Perspectiva. El proyecto Gurría

“La OCDE es un lugar donde los gobiernos, los parlamentos y la sociedad civil se reúnen para mejorar el bienestar de las personas”.

Parte de la misión de la OCDE.

 

Hay decisiones sabias que toman los tres partidos que forman el Frente Amplio por México. La primera fue el acuerdo de ir juntos con la sociedad civil en la competencia para la elección presidencial. La segunda fue convencer a José Ángel Gurría de que su participación sería más fructífera si declinaba en la aspiración presidencial para encargarse del proyecto de gobierno del Frente.

Gurría es uno de los mexicanos más preparados y experimentados que tiene el país. Su paso por las secretarías de Hacienda y Relaciones Exteriores le dieron un conocimiento profundo del país en sus necesidades, y de México en su relación con el mundo. Por si fuera poco, durante 15 años fue secretario general de la OCDE, (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) una institución que une a 38 países con el objetivo común de mejorar la vida de sus ciudadanos.

Ahí están los países desarrollados pero también algunos que aspiran a serlo, como México, Costa Rica y Chile, por ejemplo. Muestra del papel destacado que tuvo Gurría al frente de la organización fue su permanencia de tres lustros. Ahí conoció problemas y  soluciones. Cómo los plantean y cómo los resuelven. Quiénes son los mejores líderes y cuáles son sus estrategias.

Gurría sabe por qué Japón y Tokio, su capital, son los lugares más seguros del mundo; comprende el trabajo que ha hecho Corea del Sur para convertirse en una potencia industrial a través de la educación superior de sus ciudadanos. Fue testigo del complejo entramado de los diferentes sistemas fiscales de cada país: lo que logró Irlanda con una tasa baja fiscal del 12% para las empresas, algo que atrajo tanta inversión que hoy son más ricos que el Reino Unido.

Qué decir del avance impresionante de los países del Báltico: Estonia, Lituania y Letonia, pequeñas naciones que se desprendieron hace 33 años de la Unión Soviética para convertirse en historias de éxito fenomenal. Gurría debe conocer la receta de Islandia para ser el mejor país del mundo con tan solo 372 mil habitantes. Y si alguien sabe de los frutos que dan la creación y el fortalecimiento de las instituciones al estilo de Suiza, debe ser él.

No conocemos a un paisano que tenga el cosmopolitismo, las relaciones internacionales y el conocimiento político del mundo como él. Por eso tenía buena porra entre dirigentes, políticos enterados y mexicanos ciudadanos de este siglo.

En sus manos estará reunir a los mejores expertos nacionales y extranjeros para diseñar las políticas públicas que ayuden a pacificarnos y revertir el reino del terror en que viven la mayoría de los estados. Seguro que reunirá a los mejores en salud pública para reconstruir lo que tiraron los de Morena. Qué decir de la educación: la OCDE organiza los famosos concursos de PISA, que evalúan el desempeño de la población estudiantil de 15 años en temas como lectura, matemáticas y ciencias, donde tristemente México siempre ocupa los últimos lugares.

En paralelo a la contienda política, Gurría y el Frente Amplio por México, deberían difundir sus avances en este proyecto de futuro. Porque los ciudadanos también debemos estar interesados en las propuestas, no sólo en los candidatos. Habrá que darle seguimiento al tema.

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