Perspectiva. Pueblos que se suicidan

En Estados Unidos no quieren recibir a inmigrantes y a los más radicales les repugna la pluralidad de razas, costumbres y creencias. Pronto olvidaron el origen de su país con los grandes grupos de europeos, mexicanos y afroamericanos que los poblaron. Lo van a lamentar.

Cada que un extranjero puede establecerse como residente o ciudadano norteamericano, gana casi un millón de dólares, esto si repartimos el patrimonio de ese país entre sus 332 millones de habitantes. Carreteras, hospitales, escuelas, aeropuertos, seguridad pública, bancos y oportunidades pertenecen a todos. También su cultura de productividad casi inigualable en el mundo. EU gana mucho con el empuje que le dan a esa nave humana el esfuerzo, la ilusión y la disposición al trabajo de los migrantes. Está probado en números.

Esta semana se publicó un dato interesante sobre China. Su población comenzó a descender, nacieron 9.56 millones y fallecieron 10.41. Pasó en Japón e Italia, países con esperanza de vida superior a los 80 años. Quienes fueron profetas del desastre maltusiano, quienes creían que el crecimiento de la población mundial no tendría freno y terminaríamos comiéndonos los unos a los otros, fracasaron en sus pronósticos.

China llegó a 1.41 mil millones (millardos) de habitantes. Comienza un descenso porque las parejas chinas quieren tener, cuando mucho, uno o dos hijos. La tasa fecundidad de reposición de la población es de 2.1 hijos por mujer. El problema para los países y pueblos que decrecen (se suicidan decía Peter Drucker), es la manutención de las generaciones de la tercera edad. Al invertirse la pirámide demográfica, puede llegar el  momento que haya más viejos que jóvenes.

Un sinfín de jubilados gravitaría sobre las finanzas públicas de las naciones. En Japón, el país con la expectativa de vida de 84 años, tiene que inventar nuevas formas de productividad porque su cultura limita el apoyo laboral de otros pueblos.

En México también desciende la tasa de natalidad. En 2021 prácticamente no creció la población. Primero por la alta mortalidad debido a la pandemia y luego porque también llega la tendencia de familias de uno o dos niños. La fecundidad fue de 2.08 hijos por mujer.

En 2018 el Conapo (Consejo Nacional de Población), proyectaba que el pico de población en el país llegaría en 2050 con 148 millones de habitantes (somos 130). Es probable que esa cima llegue antes y no pasemos de los 140 millones. Incluso el descenso podría llegar antes.

Lo trágico en el País y a partir del presente sexenio, es que la esperanza de vida bajó. Habíamos alcanzado los 78 años en promedio para las mujeres y 75 para los hombres. Perdimos 4 años por la pandemia, la criminalidad entre jóvenes y el desastre en el sistema de salud pública.

Elon Musk, ese genio mundial admirado y aborrecido al mismo tiempo, dijo que el problema de la humanidad no será la sobrepoblación, sino la reducción de habitantes en el globo. Cuando Elon habla, hay que escucharlo. Un poco en broma, Musk dice que si tiramos una piedra desde un avión, las posibilidades de que caiga sobre una persona son casi inexistentes.

El tiempo dirá qué hacer a las próximas generaciones. El propio Musk dice que en el futuro la mayoría de los trabajos serán realizados por robots y que entonces el Estado debe dar pensiones universales. No estaría mal que los humanos de finales de nuestro siglo pudieran dedicar la mayor parte de su tiempo a crear, imaginar y construir un mundo en paz.

Nota. Según la RAE Niño igual a niña o niño.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión

Imagen

Enrique Gómez Orozco
Sección

Keywords

Enrique Gómez Orozco, Opinión, Aguascalientes

Balazo

En la opinión de

Título SEO

Perspectiva. Pueblos que se suicidan

Editor Redacción

Activado

Retuitear Nota

Desactivado