Placeres sencillos para el 2024
En estos tiempos los valores de la vida se comienzan a tergiversar, la misma dinámica de comunicación, el internet y las redes sociales donde se privilegia la inmediatez, rapidez, el exhibicionismo y la ostentación. Se busca la aprobación de los otros (un like, una reacción, un retwett, etc.), -de conocidos o desconocidos- para nuestro actuar cotidiano y publicado, como si en eso estuviera una especie de tabulador de vidas, que da valor a las personas, convirtiéndose en una necesidad de estar conectado.
Este final de año vi un meme que decía “te deseo ser tan feliz como aparentas en tus redes sociales” podría resumir la nueva dinámica, en la serie estadunidense Black Mirror en un capítulo se capituló “caída en picada” sintetiza la tiranía de la aprobación colectiva que generan las redes sociales donde un “sistema de puntos, es el principal elemento que compone a esa peculiar sociedad. Donde a los habitantes les genera una ansiedad convertida en ambición insana por aumentar su puntaje, convirtiendo a todos en sociópatas, que al generarse niveles sociales determinados por la cantidad de estrellas obtenidas.
Hoy en nuestra sociedad, la obsesión por la inmediatez y el hedonismo ha llevado a que la brújula de vida esté desbalanceada, ya que muchas personas lo más importante para ellas es trabajar, tener éxito, reconocimiento profesional y por consecuencia generar ganancias materiales y monetaria, hay una especie de filosofía de vida de vivir para el trabajo, para las cosas y para el dinero. Lo anterior es más dramático de lo que pareciera, ya que dicen: “el materialista, que su obsesión es la acumulación de cosas, termina las cosas poseyéndolo a él”.
Hoy quisiera aprovechar este espacio para hacer un alto en el camino y recordarnos algunos gustos y estilos que se pueden olvidar. Enumero cinco que invito a practicar en este 2024.
- Disfrutar la soledad: dice la psicóloga Vale Villa que “La vida interior se cultiva en soledad y es un territorio que poco exploramos por miedo a encontrar errores y horrores”; la capacidad disfrutar algunos momentos de la vida solos hace posible que tus relaciones con los demás sean libres. La soledad es un espacio necesario y saludable, donde clarificamos pensamientos, fortalecemos sentimientos y priorizamos valores. Después de algunas dosis de soledad, las relaciones con lo demás se revaloran y replantean. Además, se puede estar solo rodeado de gente, ¿qué tal ir a disfrutar una película o un café solo?
- El silencio: la escritora de Viaje al Silencio Sara Maitland describe el silencio como un fenómeno cultural perdido, una expresión de lo bello y un espacio que ha sido utilizado una y otra vez, por distintas razones y con resultados diferentes para cada persona. Me vienen a la mete esos largos viajes en carretera donde apagas la radio y todos los pasajeros como si estuvieran conectados quedan en un espacio de bello trance; o esas noches que llegas a casa y te encuentras que hijos y esposa duermen, pasas minutos sin que se den cuenta observándolos y pensando recuerdos pasados y proyectos futuros. Esos silencios son energizantes para los que los encuentran y los aprovechan.
- Enviar una carta: no hablo de un e-mail, ¿Quién no recuerda la sensación de desesperación y alegría de abrir un sobre o paquete? El tomarse un tiempo para escribir y enviar una carta por correo puede ser un gusto doble, para el que lo envía y para el que lo recibe, imagina la sorpresa de tu hijo (envuelto en la dinámica de la inmediatez del e-mail) al recibir una carta con su nombre y el tuyo en el sobre puede ser una experiencia que se pierda difícil de igualar.
- Disfrutar los bocados: el estrés y el trabajo nos han llevado a tragar más que a comer, pedir pizza, hamburguesas, pollo rostizado simplemente para satisfacer el hambre. Pero detenerse un momento con ambiente agradable, preparar esa comida especial, servirla en una linda losa, sentados, relajados, la mesa ordenada, limpia y decorada, música ambiental y finalmente tratar de percibir las texturas, sabores, matices y olores de cada bocado.
- Caminar o trota: potenciar la sensación que puede provocar un día lluvioso, soleado, frío o templado se logra saliendo a caminar, para que disfrutemos los detalles y diferencias entre uno y otro. Por ejemplo, en un día lluvioso; en la ciudad es sinónimo de retraso, caos vial y ropa mojada, ¿pero si lo convertimos en una experiencia? Salir a sentir el agua de lluvia, el olor a tierra mojada, el aire que hace que el agua golpeé en el rostro, además si lo combinamos con esfuerzo al trotar o correr, donde nuestro corazón salga de su ritmo constante y se convierta en un esfuerzo cardio vascular será beneficioso para nuestra salud.
Decía Oscar Wilde que los placeres sencillos son el último refugio de los hombres (y mujeres).
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