Política recaudatoria del Ayuntamiento
En la semana hubo un anuncio del Presidente Municipal que, por el tono, no dejo de llamar la atención. Él suele ser una persona tranquila, morigerada, por lo mismo me causó sorpresa el que utilizó para dar a conocer que mediante drones, una especie de pequeños helicópteros que al parecer no se caen, se está revisando la superficie de los terrenos que integran la ciudad de Aguascalientes para detectar faltantes y omisiones, en cuyo caso por las diferencias los propietarios tendrán que pagar cinco años atrasados de contribuciones o impuesto predial. El presidente conminó a los habitantes del municipio a declarar las diferencias para evitar ser sancionados, lo que suena bastante amenazador, porque cinco años de contribuciones no es poca cosa, contimás considerando que de por sí es bastante caro el impuesto.
La buena noticia es que estrictamente el procedimiento no es tan simple para la Presidencia, por una parte y por otra, que conociendo a Leo Montañez, no querrá enemistarse con los ciudadanos, memos aún con una determinación draconiana, de algo que en mi opinión, no hay responsabilidad de los particulares. Para la mayoría de nosotros, ciudadanos rasos, los valores que aparecen en nuestros documentos son los buenos y salvo que se trate de un profesional inmobiliario, no revisamos al centímetro las medidas. En escrituras viejas, es sabido que las mediciones no eran exactas y por otra parte, el grueso de las paredes de adobe luego derrumbadas arrojaba discrepancias en las medidas. Adicionalmente es la autoridad la que tiene obligación de revisar las medidas y lo ha venido haciendo con fotos áereas desde avión, fotos desde satélite y ahora con drones, nada nuevo bajo el sol. Estoy seguro que habrá buen criterio de la autoridad.
Lo que si resulta un tanto más preocupante son los valores que la Presidencia está fijando para el pago del Impuesto de Adquisición de Inmuebles, (la intervención del valuador es simbólica, los valores los determinan empleados municipales sin pasar por el procedimiento legal para la revalorización), personas afectadas me dicen que se encontraron con un aumento generalizado de alrededor de un 20%, que en una economía tan golpeada como la que tenemos, viene a ser una fuerte carga para quien con su esfuerzo logra adquirir un inmueble.
Lo que menos quisiéramos es una política recaudatoria. Entre tanto disfrutemos del alumbrado navideño, de los embotellamientos, de la polución, del desorden generalizado en antros y preparémonos para la cuesta de enero.
Es todo por hoy, hasta una próxima, si la hay.
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