Primer Informe. Sin crítica ni perspectiva de largo plazo

El Primer Informe de Gobierno de Tere Jiménez fue entregado en estos días. La forma de presentarlo le ganó al contenido y se convirtió en la nota principal del día siguiente en los medios y en las redes sociales. Ahora la evaluación del desempeño quedará en manos del Congreso local y se espera que, por los antecedentes de este poder, no pasará de ser una rutina protocolaria acrítica si no es que complaciente. Los partidos aliados ya definieron su postura. Han manifestado que fue un Informe adecuado y eficiente. Los opositores, es decir, Morena y sus aliados, tampoco han hecho una declaración sobre los avances y resultados del desempeño gubernamental y quizá den algunos puntos de vista en redes o en entrevistas “de banqueta” con juicios apresurados más o menos esperados. Movimiento Ciudadano se cuece aparte. Ha revelado los problemas en el trabajo de Tere Jiménez con una estrategia más de precampaña que de preocupación directa por el desempeño gubernamental. La crítica solo ha quedado recluida a los medios de comunicación, muchos de los cuales simplemente reeditarán el boletín en turno, sin atreverse a cuestionar la actividad del Poder Ejecutivo en el estado, y los que se atrevan a cuestionar el desempeño de forma total o parcial serán acaso la excepción. Ya sabemos, por lo demás, que las redes sociales harán su papel con muchas opiniones y un mayor número de creencias. Reacciones esperadas a favor o en contra del desempeño gubernamental con juicios efímeros en profundidad y tiempo. Los empresarios no opinan y si lo hacen es para estar de acuerdo, públicamente, con los logros del gobierno. Esta respuesta poco razonada de los partidos opositores y de buena parte de la sociedad civil organizada, le hace pensar al gobierno que todo funciona correctamente y que las críticas de sus adversarios son reacciones por instinto. Ojalá que la evaluación se pueda centrar en algún momento en la línea de la eficacia gubernamental medida por el contraste entre las metas y los logros obtenidos, y más que eso, ya es tiempo de que evaluemos nuestra realidad más allá de las coyunturas sexenales y pasemos a las causas de mediano plazo, y a los planes de futuro con mayor proyección temporal.              

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