Promulgación de la Constitución de 1917

El pasado 5 de febrero, en el Teatro de la República el presidente Andrés Manuel López Obrador, nos convocó a la conmemoración de los 106 años de la promulgación de la Constitución de 1917, durante la ceremonia recordamos la trascendencia de la Carta Magna emanada de la Revolución Mexicana, la cual estableció los derechos sociales,  por vez primera en la historia de la humanidad, acto solo similar al de la revolución francesa que en 1789 estableció las llamadas garantías individuales en su Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Así mismo, recordamos que durante la primera revolución social del siglo XX carrancistas, villistas y zapatistas, convocaron a la Convención de Aguascalientes, pero fue hasta 1916 cuando el movimiento Constitucionalista encabezado por Venustiano Carranza, logró integrar un Congreso Constituyente que sentara las bases de la organización del estado mexicano.

Sin embargo, también tuvimos que recordar que la Constitución de 1917 que había elevado a rango constitucional el derecho a la educación, a la tierra y al trabajo en sus artículos 3, 27 y 123 respectivamente, fue terriblemente vulnerada durante el periodo neoliberal al punto de contradecirla sepultando así, el orgullo que mexicanas y mexicanos sentían por poseer una constitución progresista.

Para fortuna nuestra, el pueblo de México jamás renunció a sus aspiraciones soberanas, democráticas y libertarias, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció como prioridad la necesidad de asegurar el cumplimiento de los derechos de la sociedad, por ello impulsó las pensiones para personas adultas mayores, para niñas, niños jóvenes y adolescentes con discapacidad; las becas para estudiantes de bachillerato y de escasos recursos, el acceso a servicios de salud y medicamentos gratuitos, la nacionalización del litio y el aumento a las vacaciones y al salario de trabajadores devolviendo así el espíritu original a nuestra constitución.

Por todo lo anteriormente expuesto no puedo más que coincidir ampliamente con lo que expresara el titular del poder ejecutivo “la Constitución vive en la transformación del México libre, justo, igualitario, democrático y fraterno de nuestros días”.

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