Propaganda de Goebbels

Paul Joseph Goebbels fue el Ministro de Educación Popular y Propaganda, durante el régimen de Adolfo Hitler en la Alemania nazi. A Goebbels se le atribuyen los clásicos 11 principios de la propaganda nazi, que –como mero ejercicio- revisaremos para ver si siguen vigentes en la comunicación política actual. Los 11 principios son:

1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Implica adoptar una única idea simbólica que represente todo lo que se quiera categorizar como el “adversario” de quien emite la propaganda. 

2.- Principio del método de contagio. Implica reunir a diversas clases de opositores en una sola categoría; y pone en el mismo cajón a cualquier actor político o mediático que no piense como el régimen. 

3.- Principio de la transposición. Es decir, que los errores del régimen son culpa de los opositores, se traspone la responsabilidad del error hacia los adversarios. 

4.- Principio de la exageración y desfiguración. Aquí se toma cualquier anécdota trivial o suceso circunstancial que favorezca al régimen, y se generaliza como estándar. Sea un acierto del régimen o un error del adversario.

5.- Principio de la vulgarización. La propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. Por eso, es conveniente caricaturizar la realidad como una lucha de buenos contra malos.

6.- Principio de orquestación. Tiene que ver con cómo se articulan los distintos medios y voces para repetir los mensajes del régimen y dar la impresión de que la mayoría piensa como el líder. 

7.- Principio de renovación. Los mensajes simples caducan pronto, por eso hay que emitir constantemente nuevos calificativos, nuevos adjetivos, o nuevas retóricas, para que cuando el adversario conteste una, la agenda pública esté en otros temas. 

8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de los “otros datos”, y organizar la información de tal modo que el mensaje parezca verosímil. 

9.- Principio de la silenciación. El régimen desprecia la información que contradice su narrativa. 

10.- Principio de la transfusión. Tiene que ver con cómo la propaganda conecta con la población a través de la mitología nacional y los odios y prejuicios tradicionales en la población.

11.- Principio de la unanimidad. Es decir, hacer creer a las mayorías que el mensaje emitido por el régimen representa unánimemente al pueblo, y quien se opone a este mensaje, se opone al líder, y –por extensión- traiciona al pueblo. 

Estos son los 11 principios de la propaganda de Goebbels. Como ciudadanía crítica, nos conviene revisar si desde el poder se ejecutan estos principios, sea en el gobierno de un país, o en la difusión mediática de un conflicto bélico. Estar alertas a esto es un antídoto a cualquier expresión del populismo y del totalitarismo.

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