Publicidad política
En estos días que inicia el proceso electoral que renovará más de 20 mil 400 cargos de elección popular, entre ellos el jefe del Ejecutivo Federal, y hay un poco impacto de la publicidad política, los políticos siguen pensando que los espectaculares dan simpatía y dan votos. Recibimos, probablemente, entre 2.500 y 3.500 impactos diarios, esto supone que tendremos más de un millón de impactos en un año y no los tenemos casi dados en cuenta. El mensaje, creo yo, debe segmentarse al máximo y ser suficientemente creativo si queremos recordarlo y este es uno de los graves problemas que se tiene.
Los límites de una sociedad saturada de publicidad, de información institucional, de información comercial y desde luego, de información política, pero nadie de la clase política ha querido hacer una pedagogía política que explique por qué y quiénes están buscando el poder y esto acentúa más los límites.
Hay una pérdida del predominio en una suerte de ecosistema de la información y de la comunicación digital.
Esto nos va a traer como consecuencia un contexto de grandes afectaciones, donde la relación personal, el escucha y el habla seguirán siendo la referencia básica de la creación de opinión pública.
Empieza a darle pereza a los políticos y quieren dejarle toda la carga a las redes sociales, se necesitan nuevos creadores en la política, el público político, que antes escuchaba a través de los medios, ahora tiene nuevos medios de comunicación y se comunica por vía de redes sociales, ellos mismos son ahora nuevos creadores y reclaman otro tipo de contenidos diferentes a la nota de prensa multiformatos, multiplataformas, multimedias y un largo etcétera.
El peso, desde la difusión en las redes sociales, tiene cada día más peso en la difusión de noticias y a menudo no importa lo que difundan más los medios, sino lo que difunda más la ciudadanía en la red y en sus contactos.
Los nodos son las redes sociales que tiene cada persona y esa suma de nodos nos hace una creación de opinión pública empoderada, la información ya no solo puede ser considerada como tal cuando esta medida por los periodistas y sus medios.
La poderosa combinación de captura, datos, redes, geolocalización, visualización ofrece posibilidades narrativas alternativas con enfoques nuevos y protagonismos descentralizados. Es momento de ingresar a un nuevo concepto de la política, pero no puede haber un divorcio entre la escucha y el habla. Y entre la escucha y el habla, la buena manera de comunicar.