Que todos los días sean Navidad
Si me permiten quiero mandar un saludo, mis condolencias y un abrazo fraterno a dos familias que pasan por momentos tristes. En estos dīas en distintas circunstancias fallecieron dos amigos entrañables, el Dr. Netzahualcóyotl Álvarez Cardona, médico y gran promotor social y el Sr. Luis Manuel López Campa, infatigable trabajador, creador de empresas y de empleos, que contribuyó con su familia al desarrollo comercial de nuestro estado. Descansen en paz.
El veinticinco de diciembre en el mundo cristiano celebramos el nacimiento del Niño Dios, Jesús el Cristo, hijo unigénito del Padre, sin embargo en la Biblia, particularmente en el Nuevo Testamento no está consignada una fecha de nacimiento, de hecho en todo el Nuevo Testamento sólo aparece una fecha, 14 nissan, crucifixión y muerte de Jesús el Cristo. ¿Por qué entonces celebramos el 25 la Navidad.
En la historia de la humanidad diferentes religiones de diferentes culturas han tomado esa fecha como del nacimiento de sus dioses máximos el día siguiente al solsticio de invierno, que es la noche más larga del año en tanto que en el solsticio de verano ocurre la noche más corta. Luego de la noche larga renace el dios niño y empieza a crecer. No es extraño que las creencias religiosas más antiguas tomasen como dios al astro, como fuente del calor y de la vida y tomasen también como fecha de su festejo el de su nacimiento después del solsticio.
Desde el Dios Horus a quien se rendía culto desde el año 3000 antes de nuestra era, Krishna nacido en la India en el año 900 a.c, Heracles, semidios griego hijo de Zeus, nacido el año 800 a.c., Buda que según la tradición nepalesa nace el año 563 a.c, Adonis que los fenicios adoraban y se sitúa su culto a partir del año 200 a.c., año en que también los pueblos griegos adoraban a Hermes. Dionisio y Helios en Grecia, Mitra en Persia eran dioses solares y Tammuz en Babilonia, seguramente tan o más antiguo que Horus, todos celebrados luego del solsticio de invierno y en América en las dos más importantes culturas precolombinas, Huitzilopoxtli en los aztecas e Inti en los incas, habían nacido y se celebraban el equivalente al 25 de diciembre.
Fue hasta la adopción por los romanos del cristianismo como religión oficial en el siglo IV que se tomó como fecha del nacimiento del Niño Dios, la misma de Mitra, Heliogábalo y el Sol Invicto que ya se veneraban en la Ciudad Eterna.
Yo, modestamente quiero pensar que si el Evangelista no fijó una fecha es porque quiso ilustrar que la Navidad puede y debe ser todos los días del año. ¡FELIZ NAVIDAD!
Es todo por hoy, hasta una próxima, si la hay.
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