¿Quién votó por Trump?
Donald Trump regresa a la Presidencia de los Estados Unidos de América, tras su derrota en 2020. Las elecciones del pasado martes 5 de noviembre lo han devuelto a la Casa Blanca con un margen mayor al esperado.
En democracia gana quien más votos obtiene y el republicano lo hizo con el apoyo de millones de estadounidenses, lo que se tradujo en el voto de 301 de los 538 integrantes del Colegio Electoral, de acuerdo con información de The Associated Press, venciendo a la excandidata demócrata Kamala Harris y convirtiéndose en el segundo presidente en ejercer el cargo en dos mandatos no consecutivos –los número 45 y 47– después de Grover Cleveland hace un siglo.
Tuve la oportunidad de asistir a una jornada de observación organizada por Transparencia Electoral en el país vecino, cuyo sistema electoral es descentralizado, con cerca de 8,000 jurisdicciones locales. La renovación de los tres poderes se realiza a través de un organismo conformado por integrantes provenientes de todos los estados, en número –y peso– proporcional a su población.
De acuerdo con un análisis presentado por la consultora Granada Global Strategies a la mañana siguiente de la jornada electoral, una parte importante de los votantes de Trump fueron hombres, especialmente blancos, católicos, ubicados en una franja etaria de los 45 a 64 años; en tanto, la exvicepresidenta Harris obtuvo un mayor apoyo del electorado femenino. Las poblaciones afrodescendientes y asiáticas también prefirieron a la candidata demócrata y, aunque en términos generales, las personas latinas también la favorecieron, existe una marcada diferencia de género, pues más de la mitad de los varones latinos optó por Trump.
Otro dato interesante arrojado por las encuestas de salida tiene que ver con la religión de la ciudadanía norteamericana, donde más de la mitad de las personas católicas dijo haber votado por Trump, mientras que quienes se identificaron como personas protestantes, cristianas, judías y musulmanas, eligieron a Harris. La confianza en los medios de comunicación –periódicos, radio y televisión– es mayor entre simpatizantes del Partido Demócrata con cinco de cada diez personas con dicha filiación, contra uno de cada diez votantes del Partido Republicano; por otro lado, sólo dos de cada diez personas que se declaran apartidistas expresó creer en estas fuentes de información.
La alternancia entre el bipartidismo hegemónico ha sido una constante en la última década y, en esta ocasión, el triunfo de Donald Trump podría deberse a un voto de castigo hacia el presidente demócrata saliente Joe Biden, con quien originalmente compitió antes de su dimisión. El Partido Republicano también obtuvo mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes, por lo que se previene sobre un riesgo de autoritarismo.
Además de enfrentar múltiples procesos penales, Donald Trump es señalado por fomentar el odio hacia diversos sectores desde su retórica racista, misógina y antiinmigrante. Sin embargo, de acuerdo con Michael Shifter, Profesor en la Universidad de Georgetown, por lo menos dos tercios de las personas norteamericanas piensa que la economía en el vecino país no fue bien manejada en el cuatrienio de Biden, además de pronunciarse contra los conflictos armados en otras partes del mundo. Lo que es un hecho es que, a su regreso, el también empresario encontrará un país muy diferente al que dejó y cuyo voto no significa ningún cheque en blanco.
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