Régimen de mentiras

Esta última semana nos hemos encontrado con un debate público que involucra a una ministra de la Suprema Corte, Yazmín Esquivel, diversas instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México, y el gremio de los abogados en el país.

¿Por qué hay esta discusión?, bueno, porque se descubrió que la ahora ministra de la Suprema Corte de Justicia hizo un plagio cuando escribió su tesis de licenciatura, lo cual, en términos concretos, la inhabilitaría para el ejercicio del cargo que viene desempeñando a propuesta del presidente López Obrador.

¿Qué involucra el plagio de la tesis de licenciatura de la ministra Esquivel?, pues involucra una mentira y una falta ética en el ejercicio profesional de la abogacía. Miente cuando dice que la tesis es de producción original y esta ha sido copiada a otro alumno de la propia universidad, y también falta la ética profesional cuando no se conduce con verdad sobre estos hechos.

Ella ha señalado que, a ella le plagiaron la tesis cuando su tesis es posterior a la que alude que se le plagió, es decir, la medición del tiempo hace imposible que la ministra tenga razón en su propia argumentación y al parecer se descubre que la directora de su tesis ha estado involucrada, al menos, en otros seis plagios más, es decir, parece ser que era una mecánica de operación en aquel tiempo, en estas instalaciones de la Universidad Nacional, en donde, en el Seminario de Derecho Laboral se copiaban tesis de alumnos que las habían desarrollado con anterioridad para acreditar los trabajos recepciónales de los alumnos, posteriormente.

Esta mentira, porque realmente es una mentira, hace que se quede cuestionada la ética de la ministra Esquivel, y algunos sectores llaman a su propia renuncia.

Pero a mí, lo que me llama la atención, es el modo sistemático de mentir, la señora Esquivel, que es esposa del contratista Riobóo, al parecer, según los propios medios de comunicación, fue que convenció al presidente de que el aeropuerto de Texcoco estaba lleno de corrupción y de falsedades, cosa que tampoco nunca se pudo acreditar, es decir, se suspendió la obra de Texcoco a juicio de un contratista influyente en el gobierno del presidente López Obrador.

El presidente López Obrador nos dijo que estaba lleno de corrupción todos los contratos de ese aeropuerto y nadie ha pisado la cárcel, pero esto, tampoco nos debería de extrañar, la consultora SPIN Internacional que se dedica a hacer análisis de las conferencias mañaneras del Presidente de la República, ha señalado que el presidente, en promedio, en cada mañanera nos dice mentiras o pronuncia falsedades en más de 94 ocasiones, es decir, en el transcurso de todas las mañaneras que el presidente ha hecho en su mandato, lleva más de 94,000 mentiras o falsedades que le ha comunicado a los mexicanos, es decir, para mí, la mentira en este régimen es una mentira sistemática.

Ahí tenemos, también, el caso de la mentira de Manuel Parches, que fue incapaz de señalar en su declaración patrimonial, pues, justamente, todos los edificios y casas que tiene, cuando debió haberlo señalado en dicha declaración. Hay muchos casos más, como el de Eréndira Sandoval, también, con sus propiedades en la Ciudad de México, el de Rocío Nahle con sus influencias en la construcción de la refinería de dos bocas, el que no se daña el medio ambiente con la construcción del Tren Maya, etcétera, etcétera. Son muchas las falsedades y mentiras que se pronuncian en este gobierno, pareciera ser, porque el presidente dice que esta mentira de Yazmín Esquivel es un error menor, pareciera ser realmente que el régimen es un régimen que se sostiene con base en la mentira.

¿Y por qué se puede sostener con base en la mentira? Porque nosotros los ciudadanos no tenemos las herramientas necesarias para ejercer una ciudadanía responsable y activa que exija que el gobernante se conduzca con la verdad.

Al no interesarnos en la vida política de México, lo único que producimos es que estos políticos puedan seguirle mintiendo al pueblo de México y gobernar al mismo tiempo el país.

Me parece que en esta temporada de fin de año deberíamos hacer votos para que los ciudadanos seamos más responsables, más activos y exijamos a nuestros gobernantes que se conduzcan con verdad, y que esperemos que ese cambio de la falsedad a las a la verdad pueda producirse en el 2023.

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