Telarañas públicas
En los años recientes, la ciudad de Aguascalientes ha llenado sus calles con cables de diferente procedencia, el panorama cada vez es más denso y degradante, la lista de participantes en esta danza de telarañas públicas incluye el cableado telefónico fijo y también el móvil, el de la compañía de luz y el de varias empresas de televisión por cable e internet, una madeja a la que se agregan los diablitos de los vendedores, ambulantes y otros alambres utilizados por los gobiernos, para colocar publicidad con motivo de fiestas religiosas o paganas, con las que se cuelgan adornos públicos materiales que han pasado ya de provisionales a definitivos.
En esta sinfonía de horror visual entran también la publicidad estática y los postes y cables de las cámaras de vigilancia de la ciudad, esa coincidencia ha conformado un paisaje urbano de redes anárquicas que rayan en lo que se ha denominado una contaminación visual.
Esto sucede por igual en las calles que han tenido cables desde hace años y lo peor del caso es que también ya ocurre en las plazas y arterias donde se invirtieron fuertes cantidades de dinero público para ocultar el cableado de forma subterránea, estoy pensando en la Plaza Principal, toda la calle Venustiano Carranza, una parte de la calle Madero y otras más en gran parte de la calle Allende, es un hecho que disfrutamos las calles citadinas sin advertir que, una parte de ese placer procede justamente de la ausencia de esas tiras alámbricas, pero ahora la inversión empieza a perder sentir y cada vez se parece más a las arterias que nunca fueron intervenidas.
El problema es que esta cara negativa de la mancha urbana es invisible a la mayoría de quienes transitan por la ciudad, y, por lo tanto, no perciben a simple vista, no la perciben como una molestia, nos hemos acostumbrado a ver las madejas artificiales como algo normal, lo mismo pasa a la autoridad gubernamental sin que aparentemente le dé importancia, así, el incremento de estos cables sigue ascenso, sin que se vean en el horizonte inmediato una iniciativa en funciones para detenerlos.
Una mancha que parece destinada a ser del Centro Histórico una zona fea e indeseable para propios y extraños.
Es tiempo de pagar esta imagen degradante de la ciudad y dar una muestra de pertinencia gubernamental y ciudadana para transitar a una ciudad de horizontes más limpios.
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