Termómetro político

Sin duda la experiencia que estamos viviendo los mexicanos y las mexicanas en este momento, en el temperamento y en el termómetro político, es invaluable, porque vivimos en una sociedad de la comunicación y no podemos sustraernos de ella. Hemos estado viendo los alcances de fenómenos mediáticos en la política, vemos con cotidianidad, con la capacidad del sistema político de producir contenidos que se adaptan a la lógica de los medios y yo diría que despiertan en el público los efectos deseados por los políticos.

Como la esfera política se caracteriza por la exploración de la imagen, por la personalización y por la dramatización que los políticos nos van suministrando, por declaraciones y acciones en las que apelan a punto de llegar al espectáculo, por habilidades verbales que tienen como un propósito para influir en la opinión pública y encontrar con ellos simpatía que los lleve hacia la colocación en candidaturas, que los lleven a la postulación del poder. En realidad, la política se adapta bastante bien a la estrategia de los medios, particularmente de los medios audiovisuales, el homo político se ha adaptado al dominio de símbolos mediáticos y se ha transformado en otro tipo de homo, un homo mediáticos, un homo catódicos, el escenario principal de la política, ya no son los espacios propiamente políticos, como los parlamentarios o las salas de congresos, si no son los medios de comunicación y principalmente las noticias políticas.

Los medios de comunicación plantean un escenario donde el énfasis está en la estrategia de visibilidad y administración de las impresiones de los actores políticos y sobre todo, en la construcción de enredos narrativos que son resultantes, por un lado, de la lógica y de las características de la máquina narrativa de cada uno de los medios y por otro, la competencia entre personalidades, equipos de marketing, propios del campo político y como consecuencia, la política sustantiva se enflaquece en beneficio de la apelatividad publicitaria y de la programación atractiva de los líderes políticos ante los ciudadanos.

Ojalá que sepamos como sociedad responsable poder cribar toda esta información para que la cita con las urnas sea la cita más inteligente, para elegir un futuro inmediato de gobernación política en el mejor de los términos.

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