Un triunfo para el presidente

Finalmente después de ocho años el presidente López Obrador cumplió con una de sus promesas más emblemáticas: vender el avión presidencial. Desde su paso como presidente de MORENA en 2015 comenzamos a escucharlo en aquellos spots de radio y televisión con la frase: “no lo tiene ni Obama, no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”.

Durante la campaña presidencial de 2018 el asunto de la venta del avión fue también una de las banderas principales de su discurso como candidato opositor y al llegar a Palacio Nacional comenzó con la primera estrategia para intentar concretar una venta. El avión fue ofrecido a varios gobiernos, fue simulada una rifa del mismo, se consideró el rentarlo para fiestas e inclusive se manejó la posibilidad que formaría parte de la flota de la aerolínea de nueva creación a cargo de la SEDENA, pero ninguna de estas opciones llegó a buen puerto.

Es importante mencionar que independientemente de que no se haya utilizado ni vendido, por tratarse de un arrendamiento financiero, el gobierno mexicano siguió pagando por el avión; es entonces que era de un pasivo muy caro, esto sin contar los constantes gastos erogados para su mantenimiento y eventual utilización.

Se podría argumentar que el presidente López Obrador se equivocó respecto a toda la idea de la venta, puesto que un avión de uso oficial tiene muchos efectos prácticos para la logística y movilidad del mandatario, pero sobre todo por tratarse de un asunto de seguridad nacional, ya que un avión de estas características permite al presidente estar completamente comunicado durante sus viajes; problema que se presentó durante el primer culiacanazo, puesto que López Obrador estaba volando en un avión comercial al momento del operativo y hasta llegar a tierra pudo estar al tanto de lo que ocurría.

Ahora bien, no podemos dejar de ver que en política no existen las coincidencias, y aunque quizás se haya tratado de un golpe de suerte, resulta sospechoso que en una de las peores semanas en materia de comunicación que ha tenido este gobierno, se haya logrado cambiar el tema de conversación de manera tan efectiva.

Veamos, esta semana la SCJN no permitió que la Guardia Nacional formara parte de manera legal de las Fuerzas Armadas, siendo esto una de las principales prioridades para el gobierno actual. Y luego un reportaje hace público el abuso cometido por parte del general secretario para realizar viajes personales a cargo del erario; siendo que el general es de las pocas personas que son verdaderamente cercanas al presidente y con este escándalo el discurso de la austeridad republicana queda en meras palabras.

Es entonces que aun dando el beneficio de la duda al gobierno, se trata de una perfecta coincidencia que en la misma semana de tantos golpes duros contra el gobierno se haya concretado la venta del avión presidencial. Me gustaría pensar que esto lo tenían bien guardado quizás desde hace algunas semanas y estaban esperando el momento indicado para soltar una bomba tan efectiva, pues sin lugar a cualquier duda, esto es un triunfo para el presidente López Obrador.

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