Una mala y otra peor

Ayer al punto de las seis de la tarde, tres impresentables políticos (lo que es un pleonasmo) acompañando a una dama (yo, a la antigüita, le guardo su respeto por ello) anunciaron con bombo y platillo haber ganado las elecciones del Estado de México y proclamaron consecuentemente el triunfo de Alejandra del Moral, candidata de la alianza frankesteinesca Va por México. Parecían tan serios y tan convencidos que francamente se las creí. Poco me duró el gusto, minutos después el anuncio de Morena apoyado en los datos de las encuestas de salida y en los primeros informes del programa de   resultados preliminares, confirmó el triunfo del presidente López Obrador, lo que le viene bien en su proyecto del control total de México, lo de Coahuila no cuenta, total, por cumplirle su capricho a Guadiana, que por otra parte bien que le ha ayudado, no pinta. Un un sólo estado hasta sirve para mantener la careta de la democracia.

Es una pena que en las elecciones mexiquenses no hubieran podido perder las dos candidatas, hubiera sido lo mejor para el estado. La señora que se dice maestra sin ningún atributo físico ni mental ostensible y con una hoja de ruta de haber robado poquito por órden de Morena, era sin duda una pésima candidata, auque en honor a la verdad el candidato no importaba, era Morena, o mejor dicho era López Obrador. En Coahuila fue diferente, AMLO no le dijo que no a Guadiana, pero en los hechos se vió que no le dijo que sí. La del Moral tenía sin duda cualidades mejores, una presencia agradable, un discurso coherente, pero también como los dinosaurios priístas una larga cola de corrupción, que no logró convencer que había quedado en el pasado.

De la cuatro T y la desgracia en que está sumiendo el país no se puede agregar mucho más. Las locuras presidenciales ponen a prueba cada día la estabilidad y el orden, pero vistos los resultados del estado de México, lo más grave parece ser la situación de los partidos que pretenden ser oposición: PRI, PAN y PRD, los otros mercachifles no merecen ser tomados en serio. Pero los tres mencionados no presentan un mínimo de dignidad, de coherencia, de seriedad, no parece que puedan lograr una oposición respetable frente a la aplanadora que, con el electorado comprado, seguirá siendo Morena. En el estado de México no se logró que la votación alcanzara el 50 por ciento. El conformismo, la apatía, el ahisevaísmo seguirán privando en nuestro país y mientras sea así, líderes populistas huecos y perversos seguirán al frente de nuestra pobre patria.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión

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Jesús Eduardo Martín Jáuregui
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Era MORENA, era López Obrador

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