Una mujer en la presidencia

Fue en el año de 1955, durante la presidencia de don Adolfo Ruiz Cortines, que las mujeres pudieron votar por primera vez en México. Se trató de la elección intermedia legislativa de ese mismo año, cuando también por primera vez una mujer fue electa para un cargo público, se trató de Aurora Jiménez Palacios, quien formó parte de la 42 Legislatura del Congreso de la Unión como diputada federal. Es decir que, a partir de 1955, las mujeres mexicanas comenzaron a ser garantes de los derechos políticos electorales, mismos que se pueden describir fácilmente como el derecho de poder votar y el derecho de ser votado.

En otras palabras, los derechos políticos electorales son aquellos que tenemos todos los ciudadanos mexicanos que nos permiten participar en las contiendas electorales, tanto como votantes como candidatos.

Desde hace 68 años, las mujeres tienen el derecho de votar y gracias a las muchas puertas que se han abierto desde entonces, justamente para el próximo año 2024, existen posibilidades reales de que en México tengamos por primera vez en la historia a una mujer como presidente. Esto es porque las dos principales fuerzas políticas en nuestro país han decidido que la carrera presidencial será encabezada por una mujer, por parte del oficialismo gubernamental está la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, quien esta semana resultó la ganadora de la encuesta llevada a cabo por su partido Morena, y por su parte, el Frente Amplio por México, es decir, la alianza conformada por PRI, PAN y PRD quien encabeza el proyecto es la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz.

A poco menos de un año de elección federal, las cosas aún no están escritas, pues falta un largo proceso electoral en el que pueden pasar muchas cosas, pues sin temor a equivocarme, en la política mexicana, cuando parece que todo está escrito de un momento a otro, puede cambiar todo de manera radical, el ejemplo más claro es el caso de Xóchitl Gálvez, quien tenía apostado su capital político para buscar la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, pero las circunstancias y la coyuntura política del momento le pavimentaron el camino para encabezar el frente.

 Quizás fue un golpe de suerte, pues personajes como Santiago Creel o el propio Enrique de la Madrid llevaban meses, si no años, dejando claro sus aspiraciones presidenciales y que en solo un par de meses alguien que ni siquiera estaba en ese tablero político, los hiciera a un lado.

De igual manera, otra gran sorpresa de las últimas semanas es que Beatriz Paredes quedara en segundo lugar de los aspirantes opositores cuando ni propios ni extraños le veían posibilidad real. Pero la sorpresa no fueron únicamente en el Frente por México, justamente esta semana que acabamos de conocer los resultados de la encuesta de Morena, parecía increíble que quien quedó en tercer lugar de las preferencias no fuese el exsecretario de gobernación Adán Augusto López, sino, el siempre polémico Gerardo Fernández Noroña. Precisamente por esto quiero insistir que al momento no está nada escrito y aunque es cierto que las probabilidades de que tengamos una mujer en la presidencia son reales, estamos todavía poco más de nueve meses para que tengan lugar las elecciones, y por supuesto que no podemos olvidar a quien sería el tercer contrincante, este por la vía independiente, el productor y activista Eduardo Verástegui, quien en una de esas podría dar una sorpresa.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión

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Josemaría León Lara Díaz Torre
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