Verdades y mentiras
El atentado contra Ciro Gómez Leyva nos ha dejado diversas hipótesis en las cuales podemos pensar cuál es el origen de este atentado, aunque no hemos podido determinar, quienes han sido sus autores, ni materiales ni intelectuales.
Dentro de las hipótesis, desde las estructuras de Morena, se ha hablado de un autoatentado o de un atentado de la oposición, hipótesis que, en mi opinión, parecen ridículas y solamente tratan de desviar la atención de la verdadera problemática que está en torno a este atentado.
Otra hipótesis, que por cierto, fue sostenida por el dueño de una televisora, Ricardo Salinas Pliego, se trata de una venganza de un líder del narcotráfico que fue exhibido en un acto religioso en presencia incluso de policías, sin que pasara absolutamente nada, es decir, como un reflejo claro de la impunidad que prevalece en México. Esta hipótesis fue desmentida por el propio narcotraficante en un comunicado, habría que ver si se le puede creer a un narcotraficante.
En la cuarta hipótesis, se ha señalado que desde las esferas del poder, concretamente del Palacio Nacional, pudo haber surgido la idea para quedar bien con el presidente o involucra incluso al mismo presidente de la comisión de estos hechos. El presidente nos ha dicho que él sería incapaz de ordenar la muerte de una persona, pero parece ser que el presidente no entiende, no sabe o juega maquiavélicamente con su carácter de catalizador, ¿qué quiere decir esta palabra de catalizador? Bueno, el diccionario lo define desde dos perspectivas; uno, como una sustancia que acelera o retarda una reacción química sin participar en ella, y dos, como adjetivo, donde señala que se trata de una persona o cosa que atrae con forma y agrupa fuerzas, opiniones, sentimientos, etcétera. En este sentido, la palabra que se utiliza desde el pulpito presidencial afecta e influye en muchos medios, sobre todo en aquellos medios afines del presidente.
Pero, también la palabra ofende, divide, polariza e incita, esa palabra puede llegar a movilizar otras conciencias y otras personas, la mentira cotidiana puede ser claramente conocida o comprendida como si fuese una verdad. Y tenemos muchos casos en esta administración, ni tenemos la salud como Dinamarca, ni el aeropuerto de primer mundo que se ofreció, ni suficientes inversiones como para apuntalar el desarrollo del país, presente y futuro, ni hemos sido proclives a las energías limpias, ni desarrollamos acciones específicas en materia de Desarrollo Agropecuario, ni mucho menos hemos podido superar la pobreza, tenemos mucho bla bla bla bla y poco cambio. En ese sentido, hay que reconocer, eso sí, hacia un régimen autoritario que claramente nos demuestra la mordaza y la sumisión, sobre todo, del poder Legislativo a la voluntad del presidente de la república.
La democracia no puede subsistir sin libertad de pensamiento y de expresión, los medios son canales de transmisión que deben recoger este sentir generalizado o mayoritario de una comunidad y plasmarlo. En este sentido, se convierten en opinión pública.
Atacar a los medios de comunicación desde el poder no es un ejercicio democrático, es un acto de coerción y negación a la democracia, por eso mismo tenemos que tener cuidado con el papel catalizador del presidente, con esa posibilidad de conformar en torno a él fuerzas, opiniones, sentimientos, porque la revancha, la mentira, el rencor, los prejuicios podrían imponerse finalmente al sistema democrático mexicano.
Lamentablemente, no parece haber muchos elementos que pongan freno a esta sensación de hacer trascender la mentira como verdad, ni en poder Legislativo ni en el Poder Judicial encontramos auténticos poderes que equilibren y frenen, que hagan contrapeso al poder absoluto del presidente. Cada vez, tenemos un presidente más autoritario y cada vez más intenta imponernos su palabra.
Ojalá sepamos los mexicanos, darnos cuentas de lo que está sucediendo, de los peligros que corre la democracia, de encontrar caminos para una verdadera ciudadanía participativa, y que podamos finalmente poner a México en el sendero del crecimiento democrático.
Les deseo felicidades en estas fiestas, que la palabra del Señor se haga presente en nuestras casas, bendiga nuestras familias y sea un mejor año el 2023.
Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión