Le pedían 200 mil pesos si quería ver con vida a su esposo. Todo fue una farsa

Nuevamente elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, de la Policía Cibernética y Policías Municipales de Asientos, lograron frustran un nuevo intento de extorsión telefónica en su modalidad de secuestro virtual, al evitar que familiares de un trabajador realizaran algún depósito para pagar parte de los 200 mil pesos que les exigían para liberarlo.

Fue alrededor de las 08:00 horas, cuando los elementos estatales y municipales realizaban sus labores de vigilancia por calles de la comunidad de La Gloria, fue así que en determinado momento, una mujer salió a su paso pidiendo ayuda.

Los elementos detuvieron la marcha y al cuestionarla, Sonia mencionó que por la mañana, su esposo había salido a trabajar, pero más tarde comenzaron a recibir una serie de llamadas del número 4281023138, en el que un sujeto quien dijo ser miembro de un grupo delictivo, el cual le mencionó que lo tenían privado de su libertad.

De la misma forma, le indicó que si quería verlo con vida de nuevo, tenía que depositar la cantidad de 200 mil pesos, en una tienda OXXO, por lo cual ella se comunicó a su trabajo, donde le indicaron que no había llegado, asimismo, no había podido ponerse en contacto con él, solicitando en ese momento su ayuda para localizarlo.

Los oficiales le recomendaron que no realizara ningún depósito, ya que aparentemente se trataba de una extorsión telefónica, mientras tanto, los elementos estatales y municipales, apoyados por la Policía Cibernética, se dieron a la tarea de localizarlo.

Más tarde, alrededor de las 09:45 horas, cuando lograron determinar que se encontraba en las inmediaciones de un predio denominado “El Morado”, ubicado en la zona oriente de la comunidad de Villa Juárez.

De esta forma se trasladaron al lugar, donde lograron ubicar a quien dijo llamarse José Guadalupe, de 42 años de edad, quien al ser cuestionado, señaló que se dirigía a su trabajo cuando recibió una llamada de un sujeto que dijo ser integrante de un grupo delictivo y que como él había reportado unas camionetas de su organización, provocando la detención de sus compañeros tendría que pagar las consecuencias.

Le indicó que si no obedecía sus órdenes iban a “levantar” y matar a su familia, por lo ello siguió al pie de la letra lo que le indicaban, entre otras cosas que cambiara el chip de su teléfono, además de no ponerse en contacto con nadie conocido, sin embargo, al observar la llegada de los policías estatales, así como municipales se tranquilizó y supo que todo estaría bien.

Luego de esto, los elementos lo abordaron a una de las radiopatrullas en la que fue llevado a su domicilio, donde fue recibido por su familia, quienes agradecieron al apoyo para localizarlo.