Adiós Mamá Carlota (La sombra del caudillo)
Ya se va y si no sirve de solución de nada, a mí me queda el consuelo de que se acabaron las conferencias matutinas; esperemos que con él se vayan los otros datos y otras calamidades. Adiós Mamá Carlota (“mientras el viento alegre tu embarcación azota”).