Reforma a la Guardia Nacional implica un retroceso para la seguridad civil: experto
Aunque la reforma que traslada la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) otorga certezas jurídicas a los miembros de la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas, también formaliza el carácter militarizado de esta institución, lo cual, significa un retroceso para un esquema de seguridad pública civil.
Así lo declara el sociólogo e investigador del CONACYT, Edgar Guerra, quien señala estas implicaciones son preocupantes tanto para la ciudadanía como para el Estado de derecho en México.
“Si bien tiene algunas virtudes evidentemente algunas de las este situaciones delicadas es que finalmente ya hoy bajo un esquema constitucional, un reconocimiento explícito de que la Guardia Nacional es una guardia, es un cuerpo militar, militarizado, que está al mando del Ejército Mexicano eso era algo que estaba de facto, es algo que todo el mundo sabía que ocurría pero, pues, no se reconocía y no estaba consignado a las leyes o ya está consignado en ese sentido, bueno, evidentemente va a tener va a darle mayor certeza jurídica tanto a los elementos de la Guardia Nacional, como a los propios integrantes de las Fuerzas Armadas porque ahora ya van a contar con una legislación que los ampare y que les permita operar de manera, explícita bajo un esquema de seguridad pública, cuando en realidad no deberían de hacerlo”.
El investigador advirtió que, con esta reforma, se está renunciando, al menos temporalmente, a un modelo de seguridad civil que debería ser el objetivo de una democracia funcional.
En este sentido, Guerra señala que la seguridad debería estar en manos de instituciones civiles y no de militares.
“Pero en términos de la ciudadanía, ahí las consecuencias son de que nuevamente se está renunciando, por lo pronto, a un esquema de seguridad civil a un esquema de policías para perseguir los delitos de alto impacto y ese debería de ser el esquema al que nosotros como una sociedad y un Estado democrático de derecho, deberíamos de aspirar, como es un Estado democrático de derecho. Nosotros debemos aspirar a que sea la institución civil policías, quienes se encargan de la seguridad pública, no las Fuerzas Armadas. Entonces, en ese sentido se vuelve a poner otra vez en paréntesis un esquema civil para el tratamiento de la seguridad de nuestra sociedad, en ese sentido, bueno, pues, las consecuencias pueden ser bastante lamentables”.
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