Aguascalientes y la Operación Listón Amarillo

Entre 2017 y 2018 tuve la oportunidad de reunirme en privado con Don Felipe González en no más de cinco ocasiones, con la finalidad de realizarle una serie de entrevistas para poder conocer a aquel hombre que gobernó Aguascalientes entre 1998 y 2004. Lo que a continuación narraré contiene una simpática anécdota que el propio exgobernador llegó a platicarme, como un recuerdo muy vivo de un evento que sucedió en los Estados Unidos y que indirectamente iba a afectar las celebraciones patrias en el septiembre de 2001.

El 11 de septiembre de ese año, es una fecha que marca un antes y un después en la historia contemporánea de Occidente y particularmente de los Estados Unidos de América; donde los ataques terroristas, pusieron en descubierto la fragilidad de la seguridad interna del país más poderoso del planeta.

Fueron momentos de absoluto terror; el desplome de las Torres Gemelas en Manhattan, el ataque al Pentágono y el avión derribado en Virginia, fueron solamente el resultado de años de odio acumulado por el grupo islámico radical Al Qaeda; situación que causó la muerte de cientos de personas, en el ataque terrorista más cruel que se tenga recuerdo al interior de nuestro vecino país del Norte.

Sin entrar en trivialidades sobre las múltiples teorías de conspiración que tratan de atar los muchos cabos sueltos que envuelven a los ataques terroristas de septiembre de 2001, lo que sí es una realidad basada en hechos, es el secuestro de aviones comerciales para llevar a cabo el plan maestro. Situación que eventualmente desenvolvió en la suspensión del espacio aérea para cualquier aeronave que no tuviese una misión específica ese día.

Siendo los Estados Unidos el país con más tráfico aéreo, aquella mañana de septiembre, cualquier avión podía considerarse como una amenaza. Entendiendo el gran reto que significaba para el gobierno estadounidense esta situación, en un gran sentido de colaboración las autoridades canadienses pusieron en marcha lo que se llamó “Operation Yellow Ribbon” (Operación Listón Amarillo).

Operación que tenía como único fin llevar a tierra los cientos de aviones que aún seguían en el aire, a salvaguardarse en Canadá. En uno de eso aviones desviados de ruta y que encontraron refugio en Canadá viajaba el entonces gobernador de Aguascalientes, Don Felipe González.

En aquellas fechas Don Felipe y su equipo de colaboradores más cercanos, se encontraba realizando una gira internacional por Canadá y los Estados Unidos, con la finalidad de saludar a viejos socios comerciales, así como buscar nuevas inversiones para Aguascalientes. Para el día 11, la gira estaba prácticamente finalizada y era turno de regresar a México para encabezar las fiestas patrias.

Sin embargo, el plan de regresar a Aguascalientes se vio suspendido, precisamente por encontrarse varados en Canadá, sin posibilidad de viajar a los Estados Unidos ni por tierra ni por aire, mucho menos pensar en llegar a México en los siguientes días.

El gobierno de Canadá dispuso para los viajeros una serie de campamentos, donde Don Felipe y su equipo estuvieron cerca de tres días, con una comunicación ciertamente limitada (recordemos que en aquella época la telefonía celular tenía mucho menos cobertura comparada con la de hoy). Me comentó Don Felipe: - “solo en una esquina del campamento teníamos señal para un teléfono satelital que logramos conseguir; así fue un par de días, dónde yo llamaba a México y seguir gobernando desde Canadá”.

Fue hasta el día 14 de septiembre cuando pudieron volar de regreso a los Estados Unidos haciendo escala en Chicago, para continuar con su trayecto a Dallas, donde su vuelo de conexión sería hasta el día siguiente, 15 de septiembre, donde encontrarían un vuelo que los llevara de regreso a México. Ya en Dallas, había un vuelo con rumbo a Guadalajara, pero ya no tenía cupo. Don Felipe llegó a contarme que un paisano fue quien le cedió su lugar en el avión, para así llegar cerca de las cuatro de la tarde a tierras tapatías, dónde ya lo esperaba el avión de Gobierno del Estado para trasladarlo a Aguascalientes. Don Felipe dio el Grito de Independencia esa misma noche ya en Aguascalientes, como si nada hubiera pasado.

No me queda nada más que agradecer a título personal las deferencias que tuvo el exgobernador para con un servidor, y aprovechar para desearles pronta resignación a sus familiares. Descanse en paz don Felipe González González.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión

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Josemaría León Lara Díaz Torre
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