Ciudadanizar las elecciones
Si algo caracteriza al sistema democrático en México es la participación de personas de a pie en la organización de las elecciones, quienes juegan un rol fundamental en los procesos políticos no sólo al ejercer su derecho a votar, también desde el ámbito operativo.
Y es que la recepción, conteo, escrutinio y cómputo de votos, son -entre otras- actividades delegadas a gente del vecindario. La ciudadanización de la función electoral ha sido una respuesta a la desconfianza en las elecciones, frente a la intromisión de intereses ajenos a la voluntad popular en la definición del poder político y la eventual crisis de legitimidad de los gobiernos electos en ese contexto.
Abrir la puerta de las autoridades electorales a perfiles ciudadanos es una tendencia que, cuando menos en el discurso, inició en la década de los noventa con el nacimiento del Instituto Federal Electoral, un organismo ciudadano, independiente, autónomo, antecesor de lo que es hoy el INE, el cual recibió la encomienda de ocuparse de los comicios, cuya organización y calificación eran responsabilidad del Poder Ejecutivo, que hasta 1990 fungía como juez y parte en los procesos de renovación de autoridades. Las reformas subsecuentes evolucionaron a un diseño institucional sustentado en la ciudadanía, siendo la última -en 2014- la que creó al Instituto Nacional Electoral y a los organismos públicos locales electorales de los estados.
Las mesas directivas de casilla, los Consejos Locales y Distritales del INE así como sus homólogos en distritos y municipios de las entidades federativas, además del personal de supervisión, capacitación y asistencia electoral, son compuestos por todo tipo de personas llamadas a actuar con imparcialidad.
El pasado 30 de enero de 2024, el Instituto Estatal Electoral de Aguascalientes publicó la conformación de los 18 Consejos Distritales y 11 Consejos Municipales, integrados por 174 personas de diversos oficios y profesiones, diferentes edades y muy variada experiencia en la materia electoral. Cada Consejo quedó conformado por una Presidencia, una Secretaría Técnica y cuatro Consejerías Electorales quienes, a partir de su instalación en el mes de febrero, se encargarán de preparar, desarrollar y vigilar las elecciones del 2 de junio de 2024.
En síntesis, la transición del régimen autoritario de hace 40 años a la democracia actualmente en construcción, no puede concebirse sin el papel de la ciudadanía, por lo que no es exagerado concluir que la estabilidad política alrededor de la renovación de gobernantes, la distribución del poder público en forma pacífica y ordenada, descansan sobre las personas de a pie.
Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión