Cuando el destino nos alcanza
La mañana de ayer, REMAC, un conjunto de profesionales del cuidado de nuestro hábitat, presentó en el vestíbulo del Honorable Congreso del Estado el compendio de datos ambientales Aguascalientes 2025.
Vino a mi mente aquella frase de cuando el destino nos alcance, una idea llena de significado. Pero, ¿cómo podemos interpretarlo?
Sugiere un movimiento inevitable y eso puede implicar inevitabilidad, el destino como algo que no podemos evitar o un juicio o consecuencia, es decir, una connotación de advertencia como si ese momento fuera decisivo e incluso catastrófico. Evoca también una tensión y una anticipación.
Me recordó la película de Soylen Green que es cuando el destino nos alcanza en la interpretación en español y es el destino de una sociedad futura marcada por dos aspectos gravísimos, la escasez y el control. El destino es una verdad que se ha estado evitando.
Y ahí encontramos una convocatoria a construir conjuntamente todas y todos el destino. El momento en que nuestras decisiones nos alcanzan, ese es el destino. Si lo hacemos bien, si lo hacemos mal, nos van a alcanzar.
Una advertencia sobre el cambio climático, la tecnología, la contaminación, la convivencia social, el destino como resultado de nuestras elecciones colectivas. Ello nos implica primeramente una falta de visión a largo plazo.
Muchos gobiernos de todos los colores priorizan beneficios económicos, inmediatos, sobre la sostenibilidad futura. Pero no debemos olvidar que lo que nos hace más ricos a corto plazo, nos empobrece a largo plazo, que esto es una idea de Ben Ansell.
Segundo, las instituciones extractivas y débiles en los países han fracasado cuando sus instituciones políticas y económicas son extractivas, es decir, diseñadas para beneficiar a una élite en lugar de fomentar el bienestar colectivo.
Tercero, la falta de diagnóstico y evidencia. Las políticas públicas muchas veces diseñan, sin un análisis riguroso de los problemas que vivimos y esto nos lleva a soluciones improvisadas que no abordan las causas profundas de los desafíos ambientales tecnológicos.
Cuatro, la crisis de representatividad y participación. La marcada desconexión entre gobiernos y ciudadanía genera desconfianza. Sin participación, las políticas carecen de legitimidad y del respaldo social que merece ese destino que no llegará mañana, ha llegado desde hoy, lo que dificulta la implementación efectiva.
Cinco, el conflicto entre los intereses individuales y colectivos. Es preciso acabar con una disonancia de conocimiento entre lo que los ciudadanos desean para sí mismos y lo que es necesario para el bien colectivo.
Esto perpetúa la corrupción, el favoritismo, pero fundamentalmente, la ineficiencia del Estado como concepto de gobierno.
La presentación de REMAC de los datos Aguascalientes 2025 es una carpeta que nos permitiría tomar decisiones hacia el futuro y a comportarnos de otra manera en una exigencia ciudadana a cambiar este mundo que poco a poco hemos destruido por falta de sostenibilidad, por falta de cuidado al hábitat, que es el mundo que habitamos.
Hemos destruido nuestros bosques, hemos contaminado el ambiente, las atmósferas, hemos ido en contra del cuidado del agua que es un líquido vital y el grito de "sálvese quien pueda” no aplica aquí.
Aquí lo que aplica es que todos comulguemos con una política de cuidado del mundo que nos rodea.
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