Debates presidenciales: temas comunes, posturas distintas

Estar en desacuerdo no está mal. Es importante tenerlo presente hoy que comienzan los debates entre las candidatas y el candidato a la presidencia de México. Los debates sirven para tener en el mismo espacio a todas las personas candidatas, para que presenten sus argumentos en torno a temas comunes. Esto no es posible en otros espacios, como los mítines, donde solamente están sus militantes y simpatizantes; o en sus propios espacios de promoción en medios de comunicación y plataformas digitales, ya que, aunque el alcance sea mayor, cada campaña se enfoca en lo que le interesa resaltar. Los debates son espacios para discutir.

Para las elecciones de este año, el INE ha organizado tres debates en torno a diferentes temas, todos en domingo: el primero es este 7 de abril y se titula “La sociedad que queremos”. Los temas que se abordarán son educación, salud, transparencia y combate a la corrupción, no discriminación y grupos vulnerables, así como violencia contra las mujeres. En torno a estos temas se harán preguntas que provienen de la ciudadanía, mediante el mecanismo que fue diseñado para eso. Como moderadores, participarán Denise Maerker y Manuel López San Martín.

El segundo debate será el 28 de abril, bajo el título de “La ruta hacia el desarrollo de México”, con la moderación de Adriana Pérez Cañedo y Alejandro Cacho. Los temas que se contemplan son crecimiento económico, empleo e inflación; infraestructura y desarrollo; pobreza y desigualdad; así como cambio climático y desarrollo sustentable. 

Finalmente, el 19 de mayo será el tercer debate, “Democracia y gobierno: diálogos constructivos”. Los temas serán política social; inseguridad y crimen organizado; migración y política exterior; así como democracia, pluralismo y división de poderes.

Si bien los debates serán en español, se anunció que habrá intérpretes en lengua de señas y traducción simultánea al maya, náhuatl y tsotsil, así como difusión posterior de materiales en maya, mixteco, náhuatl, rarámuri, tsotsil y wixárica. Esto amplía la posibilidad de que todas las personas tengan acceso a lo que se discuta.

Obviamente, todos los temas que se plantean son sumamente relevantes en la discusión pública nacional; pero, en función de nuestros perfiles, condiciones y situaciones, hay algunos de los que conocemos más o nos interesan más que otros y también notamos ciertas ausencias. Como investigadora, noto que ciencia, tecnología y política científica no están entre los temas a discutir, a menos que se consideren dentro de otros. Más allá de los temas previamente establecidos, es probable que se ponga sobre la mesa la violencia política en general y contra las mujeres, ya que el inicio de campañas a las presidencias municipales y diputaciones locales estuvo marcado por el asesinato de Gisela Gaytán, candidata de Morena a la presidencia municipal de Celaya, Guanajuato; que se suma a más de 20 asesinatos de aspirantes y precandidatos en este proceso electoral.

A reserva de lo que veamos —y perdón si soy un poco idealista— espero encontrar argumentos. Desconfiaré si las candidatas y el candidato no muestran aunque sea un poco de autocrítica, porque en estos años hemos visto fallas graves en todos los niveles de gobierno, con funcionarios provenientes de todos los partidos que están en la contienda. Desconfiaré también de quienes se proclamen ganadores, porque los debates no son para eso.

Los debates, decía antes, son espacios para discutir. Es normal encontrar desacuerdos, sobre todo en el contexto político nacional. Estar en desacuerdo no está mal, lo peligroso es polarizar la discusión en torno a esos desacuerdos.

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