Dolorosa realidad

Hablemos de la dolorosa realidad. En medio de las precampañas, seguirán las intercampañas, vendrán las campañas y las encuestas seguirán siendo las reinas de la fiesta de la kermés electoral, lamentablemente.

Pero, ¿qué es lo que está pasando en la transformación de la vida pública? Vamos a plantearlo cuando menos en cuatro aspectos.

La violación a la ley. La falta de respeto por la Constitución y las leyes que de ella emanan, ha sido una constante, no solamente de los actores de los partidos políticos, sino también de los gobernantes, ambos en plural, partidos y gobernantes, han tenido un desdén hacia la ley que ha descompuesto las reglas del juego, y como prueba de ello es que en este temporada, precisamente en estos días, se celebran precampañas que nadie entiende porque no son la competencia de la democracia interna de los partidos, sino es una disputa por el poder público.

Las autoridades se vuelven en promotoras de lo que está partido y de sus candidatos, pero por otra parte, la violación de la ley también viene de la injerencia de las organizaciones criminales que están inmiscuidas, hasta el tuétano, en nuestra vida económica, social, y lamentablemente, también cultural.

La imposibilidad de las autoridades electorales, jurisprudenciales y administrativas, para detener esta ola de violación a la norma, de permitir que se rompa el principio de legalidad, por otra parte la polarización, tanto de estas autoridades como de los partidos políticos para plantear el mundo entre buenos y malos, de manera que esta polarización a nadie le ha beneficiado y no le beneficiará a nadie.

Por otro lado la agenda de los temas prioritarios los hemos visto ausentes. Están en precampañas, ejerciendo la disputa por el poder público, pero lo único que no se ha tenido es una agenda real, que se traduzca en políticas públicas como seguridad, salud, educación, cultura y un largo etcétera. 

Finalmente la violencia crónica, lo vimos en el Estado de Guanajuato en estos días, como violentadores, narcotraficantes, irrumpen una reunión privada y dejan sin vida a 11 personas. Esto no puede darse en un país democrático, no puede darse porque no están las condiciones para dar, y eso produce un debilitamiento de las instituciones de seguridad pública, que hacen su mejor esfuerzo, que arriesgan su vida por poner orden, de cumplir con la violencia legal que el Estado mexicano tiene, para crear una vida más vivible, una vida compartida con seguridad para todas y todos. 

Las condiciones de alto riesgo para los actores políticos, también hay que decirlo, y para el propio proceso electoral del próximo año 2024, se ha polarizado, y es importante que todas las y los ciudadanos salgamos a votar, no hay un pretexto para no hacerlo. Necesitamos recobrar una vida compartida digna, como la que aspiramos todas y todos los mexicanos.

Piensen que muy cerca de su domicilio habrá una casilla electoral, y en esa casilla electoral solamente habrá 750 electores, y en esa casilla se pondrá una cartelera con los resultados de esas elecciones, entonces, la seguridad y la certeza de la organización electoral está garantizada, lo que ahora hay que garantizar es que participemos todas y todos los mexicanos para bien de nuestra patria.

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