El acontecimiento económico que marcó el 2024

El año 2024 estuvo marcado por diversos fenómenos económicos. A nivel internacional, la política monetaria y la inflación desempeñaron un papel muy importante, mientras que, a su vez, gobernantes de diferentes países del mundo apostaron por políticas económicas más proteccionistas. En México factores como el tipo de cambio o las reformas laborales estuvieron presentes dentro de la discusión pública. Sin embargo, hay un fenómeno que quizá pasó desapercibido, pero que ha venido a redefinir, no solo a la economía, sino a la forma en que entendemos el mundo, la Inteligencia Artificial. 

En materia económica, la inteligencia artificial desempeñará un doble papel. Por un lado, tiene un impacto positivo en factores como la productividad laboral, o en la generación de nuevas oportunidades de empleo en el sector tecnológico. Estos factores podrían facilitar, por ejemplo, la reducción de la jornada de trabajo, o la incorporación de un mayor número de jóvenes al mercado laboral. 

Sin embargo, el desarrollo de la inteligencia artificial también representa nuevos riesgos para las y los trabajadores. De acuerdo con el reporte Creación de Empleo y Desarrollo Local 2024 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se estima que al menos el 20% de los empleos a nivel mundial se encuentran en riesgo de desaparecer como consecuencia del desarrollo de la inteligencia artificial. Estos efectos serán mayores a los de cualquier tecnología generada hasta ahora, pues a diferencia de estas, la inteligencia artificial tiene la capacidad de desarrollar tareas muy específicas. 

En México, se estima que el 18.9% de los empleos, es decir, 2 de cada 10 empleos, dejarán de existir debido a la automatización de procesos y a la inteligencia artificial. Entre las entidades federativas que podrían sufrir mayores pérdidas se encuentran, Coahuila con el 28.1%, Aguascalientes con el 23.7%, y Yucatán con el 23.1%. En general, aquellas entidades federativas que presenten una mayor concentración en actividades económicas como la manufactura, la minería e incluso la propia construcción podrían tener efectos más perniciosos. 

Esta es una situación preocupante considerando que actualmente, hay un total de 1.8 millones de personas sin empleo; y aún más, que 5.1 millones considera que eventualmente podría incorporarse al mercado laboral. Ambas condiciones podrían verse agravadas ante el avance de la inteligencia artificial sumando casi 12 millones de personas a las filas del desempleo. 

En conclusión, la inteligencia artificial no solo llegó para quedarse, sino que está transformando profundamente nuestra comprensión del mundo, incluyendo aspectos económicos de gran impacto. Por ello, resulta indispensable establecer marcos normativos que regulen su uso, asegurando que los beneficios superen los posibles costos. Como dijo John Stuart Mill: “Cabría preguntarse si todos los inventos mecánicos aplicados hasta el presente han facilitado en algo los esfuerzos cotidianos de las personas.” En el caso de la inteligencia artificial, podríamos responder que sí, aunque a menudo, a expensas de nuestro propio beneficio. 

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