El costo del agua
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) recientemente publicó su estudio “El costo del agua en México”: Un análisis de tarifas y de sus impactos para la sociedad.
Seguramente hemos escuchado que un suministro de agua potable ininterrumpido es fundamental para la vida y el desarrollo social, es por ello que el costo por el acceso a ella debe equilibrar factores económicos, sociales y políticos.
De acuerdo con el censo de población y vivienda 2020 del inegi el 96.3% de las viviendas en el país cuentan con acceso a agua potable entubada, en Aguascalientes el 99.4% de los hogares cuentan con este servicio.
El propósito de las tarifas es la viabilidad financiera de la entidad encargada de la provisión de agua potable y que ésta cuente con los recursos necesarios para mantener la infraestructura y los servicios a lo largo del tiempo. Además de lo anterior es indispensable garantizar la transparencia de los criterios para la definición de tarifas, así como, la responsabilidad social y ambiental para promover un sistema sostenible y la conservación del agua.
La definición de las tarifas para el suministro del agua deben de ser el resultado de una metodología uniforme que cuente con su legislación y esté relacionada con el uso del agua.
Hay que destacar que en muchas ocasiones las tarifas no reflejan el costo total del suministro de agua potable y los gastos no cubiertos por las mismas se compensan con los subsidios que otorgan los gobiernos. A nivel federal el presupuesto promedio anual autorizado para ser utilizado como subsidios para proveer agua a la población fue de 2.1 mil millones de pesos, esto es, se destinan 69.1 millones de pesos por entidad, siendo Nuevo León quien lidera en términos proporcionales con un 23% del total asignado en el país.
El gasto promedio mensual de los hogares destinado al servicio del agua potable es de 136.93 pesos, sin embargo, la calidad del agua que se recibe no necesariamente corresponde a la tarifa ya que nuestro país lidera el consumo mundial de agua embotellada con una cifra de 282 litros por persona al año, 5 veces más que el promedio global.
En estos momentos en los que el municipio de Aguascalientes está cambiando de modelo en la administración y suministro del vital líquido, sería oportuno no solo el revisar las condiciones de la infraestructura o el volumen de las reservas sino también conocer su viabilidad económica y metodología para fijar tarifas.
Desde mi punto de vista sería recomendable el fortalecer y mejorar el sistema tarifario, haciendo del conocimiento público la metodología utilizada para su cálculo. Es importante establecer subsidios dirigidos y diferenciados de acuerdo con el sector en donde se realiza el consumo, modernizar los sistemas de suministro de energía eléctrica para el bombeo de agua no solo en el medio urbano sino también en el rural, revisar en forma anual las tarifas de agua potable destinadas al sector industrial procurando generar incentivos para que este utilice agua residual tratada en sus procesos, llevar a cabo una planeación a largo plazo de modo que se tenga un equilibrio entre oferta y demanda y por último fortalecer a los municipios para mejorar los sistemas de cobro y monitoreo en el consumo y las descargas de aguas residuales.
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