El Derecho
Seguimos viviendo en un mundo convulso en la vida política y en la organización de esta nueva etapa que nos ha tocado vivir a las y los mexicanos en 2024 y con una proyección a futuro. Lo primero que hay que destacar es que, quienes ganaron las elecciones, lo ganaron abrumadoramente, eso no está discusión. ¡Ya ganaron! En la democracia se gana y se pierde, pero no se gana ni se pierde para siempre. Cuando se gana, es importante que las voces de todas las minorías que integra nuestra sociedad se pongan de acuerdo. Uno de los déficits que hemos estado viendo las y los mexicanos lamentablemente es la pauperización del derecho; esa manera de basurear el derecho desde el Poder Legislativo.
El derecho protege los derechos, es uno de los beneficios más importantes proteger los derechos de las personas y de las comunidades.
El derecho establece las normas y las reglas para garantizar una vida compartida adecuada, pero además el derecho fomenta la igualdad y la justicia social. Sin este, no tenemos ese punto de encuentro entre la igualdad y la justicia social. Es muy difícil alcanzarla, no podemos soñar que vamos a amanecer el día de mañana con que todos tenemos una igualdad de la riqueza de nuestra patria. Sería imposible porque a la primera hora en que todos despertemos unos tendrán más y otros tendrán menos. Aquí lo importante es la política pública que garantice la justicia social -este papel es fundamental en el derecho- a través de esta creación de leyes protege, no solamente los derechos de las personas, sino que asegura a todas y todos, el acceso a los mismos derechos y oportunidades, además le tiene obligaciones a todos. No hay distinción entre raza, género, orientación sexual, religión, estado civil, pensamiento o nivel socioeconómico. Esa es una de las garantías del derecho.
Otra de las garantías del derecho es que protege el medio ambiente, sin ese entramado de leyes que crean las instituciones no podemos proteger el hábitat de todas y todos, pero aparte, el derecho aporta condiciones importantes para la democracia y la participación ciudadana. Esa democracia en la que la ciudadanía elige quiénes son los gobernantes e integra un diálogo permanente para resolver el conflicto desde las voces de todas las minorías. Aquí, Morena y sus aliados no reconocen que son la primera minoría en México, somos 130 millones de habitantes y ellos son 36 millones. La lista nominal es de 99 millones y ellos son 36 millones. Entonces, son la primera minoría que ganó porque así lo decidieron las urnas.
Pero el derecho también beneficia la educación y la conciencia jurídica, es decir, el educando va creando una cultura en la cual el respeto generado en el estudio de los valores produce virtudes, es decir, comportamientos de las y los ciudadanos adecuados. Lo que dijo Adela Cortina, una ética de la razón cordial, no necesitamos ser groseros, necesitamos dialogar con respeto al otro, un encuentro civilizado de las posiciones.
Hoy que tenemos el miedo de una guerra mundial en el siglo XXI, pues el derecho es el arma, el camino, la avenida, la cartografía, el polígono o la fórmula para la paz y la seguridad. Es el derecho quien construye la paz, es el derecho del que nace la seguridad a través de la creación de leyes y normas que regulan la actividad delictiva, que nos tiene azorados, no solamente en una guerra mundial, sino en la guerra de baja intensidad que vivimos en México a través de la violencia.
Por cierto, el lunes pasado Reforma publica en primera plana cómo la policía de Santander España, allá en Europa, arrestó a 14 integrantes del cártel de Sinaloa, es decir, la conclusión es muy sencilla, ¡si se puede! Entonces pongamos a trabajar el derecho, hagámoslo como nuestra cruz y nuestro Rosario cotidiano, nuestro saludo cordial para que el derecho pueda hacer todo lo que sabe y puede hacer en beneficio de las y de los mexicanos.
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