El juvenicidio corroe el país

El caso de Lagos de Moreno y particularmente el video difundido, nos hace recordar la brutal violencia y descomposición que vivimos en Mexico, y no solo por lo gráfico, sino por el contexto y fondo, que un amigo haga eso con sus otros amigos orillado por la presión y temor, así como tal vez creer que con eso se aferraba a una pequeñísima esperanza de sobrevivir cimbro a gran parte de la sociedad y por ello tiene toda la atención de los medios y la gente (no tanto de los gobiernos), ya que se están generando condiciones que podría ya considerarse un Juvenicidio en la zona y el país, el Colegio de la Frontera Norte lo define  como “… el asesinato persistente de jóvenes,… el cual es producido por estrategias bio y necropolíticas. El juvenicidio, es la condición límite producida por diversos procesos de precarización y de construcción de identidades estigmatizadas que producen vidas vulnerables, vidas proscritas, vidas desechables, vidas sacrificables.” ¿Los motivos e hipótesis? La que más llama la atención es la de una forma de obligar y reclutar miembros de las bandas del crimen organizado. 

La situación es que, en Jalisco y particular en esta área limítrofe a la frontera con Aguascalientes, es una zona roja, ya que no es la primera desaparición colectiva que afecta particularmente a jóvenes en este 2023, al menos están documentadas cuatro más  dos en la zona de Lagos de Moreno-La Chona.

El primero de los casos de desaparición en jalisco fue a finales de año pasado e inicio de este 2023 de las hermanas Daniela y Viviana Marqués Pichardo, su prima Irma Paola Vargas Montoya y José Melesio Gutiérrez Padilla en la zona de Colotlan; El segundo fue el llamado “de Real Center” en febrero, donde los jóvenes Enrique Esparza, Raúl Alejandro Barajas y Jonathan Vásquez en Zapopan; en mayo,  ocho jóvenes de entre 23 y 37 años, que trabajaban en un supuesto call center desaparecieron, nuevamente en Zapopan; en julio en “La Chona” Encarnación de Díaz, desaparecieron cuatro mujeres de entre 22 y 28 años, algunas de ellas radicadas en nuestro estado, al día de hoy, no se cuenta con pistas o avances de su paradero; antes de mandar este artículo corrió la versión de un nuevo caso, este pasado fin de semana se reporto que en dicha zona, cinco hermanos de la familia Macías Noriega de entre 19 y 25 años perdieron comunicación con sus padres.

La preocupante realidad es, que está ocurriendo a unos cuantos kilómetros de nuestro Aguascalientes, algo que debería prender las alertas nacional, regional, pero de manera urgente, localmente por que ese tiempo de peligros no respetan fronteras y cuando comienza a corroer es difícil pararlo.

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