En la balanza
A un año de concluir la administración federal, han arrancado de manera precipitada las campañas internas de los partidos políticos. Habrá que ir poniendo en la balanza los resultados y analizar si se han cumplido con las expectativas y promesas.
En materia económica, se celebran aparentes logros que no obedecen a alguna política pública del gobierno mexicano, sino que en ocasiones son causados por factores externos y que, a pesar de que se presentan como positivos, tienen otras repercusiones.
Tal es el caso del fortalecimiento del tipo de cambio que en esta semana se cotizó en 17 pesos por dólar, este superpeso que se presume reduce el valor de las mercancías del sector exportador.
Precisamente la balanza comercial contrasta lo ingresado por las exportaciones y resta lo que se paga por las importaciones de otros países. En el primer trimestre de 2023, se registró un déficit de 14,282 millones de dólares que proviene de bienes y servicios, así como del petróleo.
En 2022 tuvimos un déficit anual de 17,829 millones de dólares, por lo que, vista desde esta perspectiva, la reducción del precio de la mezcla mexicana, en combinación con esta apreciación del peso, repercutirán durante en este 2023 en ampliar este déficit.
Una forma sana en la economía de que nuestra moneda sea fuerte es través de una mayor productividad.
Es difícil notar en qué nos puede afectar un mal desempeño de los indicadores macroeconómicos, ya que no se observan los resultados al momento, sino en el mediano plazo; en este caso, las empresas manufactureras exportadoras y las finanzas públicas son las que podrían verse afectadas, así como las metas de crecimiento.
Mientras tanto, los candidatos parecen no estar muy interesados en los resultados en materia económica, aparentemente la única balanza que conocen es entre la derecha y la izquierda.