Entre necesidades y la FNSM
Vivimos el momento estelar de la Feria de San Marcos, es el momento de la fiesta y las diversiones, que a juicio de muchos, ayudan a dinamizar la economía del estado. Se trata, también, de un tiempo para mostrar al mundo, es decir, al país, un rostro atractivo e interesante, y una época para revelar afinidades y diferencias con las administraciones gubernamentales del pasado.
La novedad de este año consiste en que por primera vez se gasta una cantidad importante de dinero en la presentación de un elenco artístico internacional, que se diga lo que se diga, representa una erogación de dinero público de gran volumen, las reacciones de la población sobre la citada novedad han sido contrastantes, la mayoría ha respondido con gusto y en algunos casos con orgullo, piensan que esto da jerarquía, potencia publicitaria y que eso refuerza el prestigio que tiene la Feria en el ámbito nacional e internacional. De este modo, la gente puede acceder a espectáculos costosos de forma gratuita, y eso, muchos lo agradecen.
Una minoría, a la que pertenezco, pensamos diferente, aceptamos que la Feria es importante, pero también queremos que se atiendan otras necesidades básicas y esenciales. Compartimos el deseo de tener una Feria para divertirnos, pero también queremos ver que se destinan recursos importantes a becas, más tecnología y más capacitación en seguridad pública. En este sentido, me hubiera gustado que el costo que representa traer a uno solo de los artistas de renombre, se reinvirtieran en apoyo a los municipios más pobres para promover el empleo o en una política pública para alentar la fisión por la lectura, con el dinero que se paga a un artista de alto rango se podrían consolidar los archivos históricos de la ciudad o desarrollar proyectos culturales en las colonias más pobres del estado. Creo que el derecho a divertirse no tiene por qué estar peleado con el derecho a mejorar nuestra convivencia social, a capacitarnos para estar mejor organizados y para enfrentar los problemas que vivimos hoy en día con mayor éxito, divertirse enfrentar retos sociales, no son realidades excluyentes, todo esto me lleva a pensar que la inercia para mejorar la Feria de San Marcos necesita otro condimento, necesita otra maquinaria, por ejemplo, tal vez, ya hacía tiempo de que realicemos una consulta pública sobre futuras de nuestra verbena, un ejercicio en el que no sea solo la cúpula gubernamental y el criterio mercantil los que definan qué Feria queremos para el futuro, tal vez sea tiempo de que hagamos una pausa para pensar como sociedad junto con el gobierno hacia dónde debemos llevar a la Feria Nacional de San Marcos, una pausa para pensar, es una oportunidad para divertirnos mejor.
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