Huracán político

El paso del huracán Otis en Guerrero ha dejado una visión de terribles daños, pérdida de vidas humanas, y aún, personas desaparecidas, los daños serán muy difíciles de recuperar, pero en ese periodo hemos visto la lamentable actuación de muchos políticos mexicanos que aprovechan este fenómeno meteorológico para hacer campaña política y manipular la información que brindan a las personas.

Vimos a una alcaldesa festejando su informe de gobierno como si hubiera fiesta en el estado de Guerrero, cuando miles de sus paisanos sufren las consecuencias del huracán, vimos también a la alcaldesa de Acapulco señalando que el robo de pantallas de 70 pulgadas puede ser un acto de cohesión social, me parece que la alcaldesa no sabe qué significa cohesión social, vimos a un presidente precipitado intentando darnos información de que había habido saldo blanco frente al fenómeno meteorológico, cuando en realidad no se tenía ni siquiera información más elemental sobre los daños sufridos, vimos a ese mismo presidente festejando su lugar en el mundo como estadista de popularidad, cuando debería estar orientado a atender la desgracia que ocurría en Guerrero, después lo vimos atorado en un charco de lodo donde tuvo que ser rescatado por el Ejército, situación que por cierto, ha sido semejante prácticamente en los cinco años de gobierno, siempre el Ejército ha salido a sacar adelante al presidente de la república, hemos visto también como se pretende que este presidente pueda atender el fenómeno, y dice que ha estado en el estado de Guerrero, y en Acapulco particularmente, sin que conste ninguna memoria gráfica de sus visitas a tal estado, cuando se acostumbra que en todos lados a los que acude el presidente, siempre deja una memoria gráfica para que tengamos todos conocimiento de la visita que ha hecho. El no mojarse los pies porque se puede enfermar, informar indebidamente que hay saldos blancos o que la situación está controlada es una irresponsabilidad, como también es irresponsabilidad que la coordinadora del movimiento de Morena y aspirante a la presidencia de la república mande despensas con su propia efigie al Estado, creo que eso tampoco debería ser motivo de presumir o de estarse informando. 

Ahora conocemos que hay un programa que implicará 61 mil millones de pesos para la reconstrucción de Acapulco, habrá que ver si esa cifra es suficiente, independientemente de que ahí se están mezclando programas federales que ya se llevaban a cabo, créditos fiscales que implicarán deducciones a futuro, y que se señalan muy pocas cantidades directas de inversión para reconstruir los edificios dañados para ayudar a las personas a recuperar sus viviendas y para poder atender la emergencia sanitaria que se avecina en el estado de Guerrero.

Me parece que los mexicanos no podemos permitir que se banalice el problema que hay en Guerrero, es un problema muy severo y requiere de una atención atingente por parte del gobierno federal, que lamentablemente, me parece, no se está dando en los términos que podríamos esperar. Ojalá nos demos cuenta de que este gobierno casi siempre utiliza todas las acciones para ser promoción de carácter político y pocas veces realmente se concentra en el beneficio de los mexicanos.

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