La presidenta y los cambios necesarios

Es histórico, una mujer ganó la presidencia de México en las elecciones del 2 de junio de 2024. Obviamente ya lo veíamos venir, al ser dos mujeres las candidatas más fuertes: Claudia Sheinbaum Pardo por la coalición de Morena, el Partido Verde y el PT; y Xóchitl Gálvez Ruiz, por la coalición de PAN, PRI y PRD. Confieso que no soy fan de ninguna de las dos, pero celebro que el país por fin tuviera dos candidatas mujeres. Las medidas afirmativas, como la de la paridad en todo, importan. La representación también importa. 

Los resultados de estas elecciones son sumamente interesantes. De entrada, la participación ciudadana fue de 61.05% de las personas que estamos en la lista nominal, un poco más baja que la de la elección presidencial previa, que fue de 63.42%. En cuanto a los votos, mientras Andrés Manuel López Obrador obtuvo 30 millones 113 mil 483 votos en 2018, que representaron el 53.19%, Claudia Sheinbaum Pardo alcanzó 35 millones 924 mil 519 votos, que representaron el 61.04% del total. Es decir, ella obtuvo 5 millones 811 mil 036 votos más que su antecesor, no es un dato menor.

Sin embargo, que una mujer ocupe la presidencia no significa que gobierne con perspectiva de género, o que la tenga incorporada en las prácticas. La política, en los partidos y los gobiernos, sigue una lógica patriarcal. Pasarán varias generaciones para que veamos condiciones más justas.

Mientras tanto, espero que la presidenta electa logre establecer diferencias respecto al actual presidente. Espero que su condición de mujer ayude a buscar condiciones más justas para todas. En su plataforma política presentó propuestas para reducir la violencia contra las mujeres, para reconocer el trabajo de cuidados que recae mayoritariamente sobre las mujeres, entre otros puntos. No obstante, en los debates, evitó referirse abiertamente a algunos temas, como ocurrió cuando le preguntaron sobre la interrupción legal del embarazo; también presentó información maquillada, como cuando habló de los feminicidios en la Ciudad de México. A eso se suma la actitud hostil que tuvo frente a las marchas feministas cuando fue Jefa de Gobierno y la lejanía frente a las madres buscadoras de personas desaparecidas.

Espero también que su formación doctoral en ingeniería en energía sirva para cambiar el rumbo de las políticas públicas en medio ambiente. Hace unos días, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, la ONU informó que hay 80% de posibilidades de que el mundo siga elevando la temperatura, lo cual incluye altas posibilidades de que se establezca un nuevo récord de temperatura, de que se extingan algunas especies y de que sigamos padeciendo los efectos. Es urgente que se tomen pronto las acciones que no se han tomado en los años recientes, sobre todo de cara a las olas de calor y la crisis de agua que vivimos el año pasado y este.

Como investigadora, espero además que su formación científica abone a reconocer y fortalecer el campo científico, a superar las decisiones arbitrarias sobre fondos de investigación y becas de posgrado, así como la estigmatización de las y los investigadores de universidades privadas y de empresas, que se ha vivido en el sexenio que está por terminar. 

Como comunicadora, espero que cambie la estrategia de comunicación política. Claramente, las mañaneras le han resultado muy redituables al actual presidente, pero la sobreexposición, la lógica de “si no estás conmigo estás contra mí”, las constantes descalificaciones de periodistas, activistas y actores de la oposición, no es responsable ni saludable en una democracia que se precie de serlo.

Sobre todo, espero que gobierne para todas y todos, no solamente para quienes estén de acuerdo con su proyecto. Cuando se tiene mayoría en el Congreso y casi todo el país se pintó de guinda, es muy fácil caer en la tentación de olvidar la diversidad y saltarse el diálogo. Si no hay suficientes contrapesos legislativos, nos corresponde a las organizaciones civiles, la academia y la ciudadanía en su conjunto sostener posiciones críticas. Esto no significa vivir en desacuerdo, mucho menos significa descalificar preferencias políticas. Significa participar y hacernos cargo de este país.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión.

Imagen

Dorismilda Flores-Márquez
Sección

Keywords

Dorismilda Flores-Márquez, Elecciones 2024, Claudia Sheinbaum, Cuarta Transformación

Balazo

En la opinión de

Título SEO

La presidenta y los cambios necesarios

Editor Redacción

Activado

Retuitear Nota

Desactivado