La suerte del presidente, el periodista la desea
Retomando la noticia de la semana, el hecho de que presidente Andrés Manuel lograra obtener en cuestión de horas los millonarios contratos públicos y privados de la empresa de la aspirante a la candidatura del frente opositor Xóchitl Gálvez nos lleva a los reporteros a envidiar la suerte del presidente, les explico el por qué; el presidente Andrés Manuel logró obtener en cuestión de horas lo que a los periodistas nos cuesta semanas, meses, el trabajo o hasta la vida.
En un país que se autoproclama a través de los sexenios defensor de la transparencia y la rendición de cuentas, las plataformas gubernamentales de acceso a la información deberían ser un bastión de apertura y colaboración con la prensa. Sin embargo, la realidad dista mucho de esta idealizada imagen. Lamentablemente, nos encontramos frente a un escenario desalentador donde la lentitud en las respuestas, la censura y la utilización de supuestos inexistentes se han convertido en una constante, restando credibilidad a cualquier afirmación de transparencia por parte del gobierno.
Uno de los principales problemas que enfrentan los periodistas y ciudadanos al solicitar información a través de estas plataformas es la exasperante lentitud con la que se gestionan las respuestas. Los plazos establecidos por la ley para recibir una contestación son sistemáticamente ignorados, dejando a los solicitantes en un limbo informativo durante semanas o incluso meses. Esta falta de agilidad no solo afecta la labor de los periodistas, sino que también obstaculiza el ejercicio del derecho fundamental de acceso a la información por parte de la sociedad en su conjunto.
Otro motivo de preocupación es el alarmante aumento en los casos de censura en estas plataformas. Preguntas incómodas, información sensible o cualquier cuestionamiento que pueda poner en entredicho las acciones del gobierno, son reiteradamente bloqueados o redactados de manera ambigua para evitar proporcionar datos concretos. Esto contradice el espíritu mismo de la transparencia, y socava la credibilidad de las instituciones gubernamentales.
Una de las tácticas más preocupantes es la utilización de supuestos inexistentes para negar el acceso a cierta información. En muchas ocasiones, se aducen argumentos inexistentes o ambiguos para justificar el ocultamiento de datos de interés público. Esta falta de sinceridad y claridad en las respuestas solo perpetúa la desconfianza hacia las autoridades y fomenta la percepción de que el gobierno tiene algo que esconder.
Es evidente que la opacidad gubernamental no solo impide el desarrollo de una sociedad informada y participativa, sino que también socava los cimientos de la democracia misma. El acceso a la información es un pilar fundamental para la rendición de cuentas y la toma de decisiones informadas por parte de la ciudadanía.
El llamado es claro: la transparencia y la rendición de cuentas no son meras palabras vacías, sino pilares esenciales para el funcionamiento saludable de una democracia. Es hora de que las plataformas gubernamentales de acceso a la información se conviertan en verdaderos vehículos de transparencia y no en escudos para encubrir la verdad. La sociedad exige una real apertura y responsabilidad por parte de sus gobernantes, y es tarea de estos últimos cumplir con su deber de manera íntegra y comprometida con el bienestar de todos los ciudadanos. Solo así podremos aspirar a una sociedad más justa y participativa.
Y ojo, más allá de que los datos presentados por el presidente sean parte de la comisión de un delito o no, los reporteros no pedimos nada más que el cumplimiento de lo que ya se encuentra dentro del marco legal.