No caer en Estado fallido
Como lo he comentado en varias ocasiones, la situación social y económica de Aguascalientes es razonablemente buena, y esto es producto de un esfuerzo de continuidad que se ha llevado a lo largo, de por lo menos, cuatro o cinco décadas.
Hay, desde luego, áreas de oportunidad como un crecimiento económico más productivo e innovador, pero también riesgos como el hecho de que el Estado se estanque en la media tabla, es decir, que no avancemos hacia los niveles, por ejemplo de Nuevo León, pero tampoco caigamos al nivel de Estado fallido como le pasa a Zacatecas o el sur del país, en suma, que caigamos en lo que suele llamarse la trampa del ingreso medio.
Para evitarlo hay que comprender mucho mejor la dinámica social que se vive, por ejemplo en la ciudad de Aguascalientes, para saber cómo diseñar y ejecutar intervenciones que levanten el nivel de vida de manera más equitativa y no se queden atrás sectores importantes de la población.
Déjenme darles un ejemplo: esta semana recorrí unas 8 o 10 colonias del oriente de la ciudad, se estima que allí vive tal vez la mitad de la población, o sea unos 450 o 500.000 habitantes, lo mismo en colonias antiguas como Los Pericos o los Ojocalientes, Pintores Mexicanos, Guadalupe Peralta, que en las nuevas como Villas de Nuestra Señora de la Asunción, y los nuevos desarrollos habitacionales en serie construidos hacia los cerros de esa zona de la ciudad. Hablé con varias familias de esas colonias para entender mejor sus preocupaciones y encontrar la forma de proponer acciones de corto y de mediano plazo que mejoren el nivel de vida.
Lo primero que hay que decir es que, una cosa es el mundo de las redes sociales y los tuits y otra el mundo de la realidad, esto quiere decir que las políticas públicas no se pueden hacer sobre la base de inventar realidades virtuales porque al final del día los problemas concretos eso son, problemas concretos que la gente quiere que se resuelvan. Dicho de otra forma, la única política posible es la que produce resultados concretos, visibles y tangibles.
Lo segundo es que, en correspondencia con la situación del estado, se observan, desde luego, niveles de rezago y de pobreza, pero mucho menores que los que he visto en zonas de la Ciudad de México, del Estado de México, del sur del país, o incluso en otras ciudades de América latina. Pero esto conlleva la urgente necesidad de intervenciones mucho más efectivas que se anticipen y eviten el deterioro de las condiciones que hoy se advierten.
Por ejemplo, en las entrevistas que tuve con familias de la zona, me señalaron que en materia de agua tienen un servicio aceptable, y si bien, hubo comentarios acerca de su costo, estos no fueron particularmente críticos. Observe, en cambio, problemas en la recolección de basura y en la vida útil de los contenedores, lo mismo en el acceso al servicio de transporte público y en mantenimiento de instalaciones deportivas y en varias secciones de la llamada Línea Verde que muestra falta de mantenimiento. Hay una muy buena oferta de servicios de consumo y de vialidades primarias o principales, pero no así de las pequeñas calles secundarias que siguen careciendo de pavimentación como hace años, y el problema más agudo que recogí, fue en efecto el de la seguridad pública que, según los vecinos se ha deteriorado, en suma hay aspectos buenos, regulares y deficientes.
La pregunta de fondo es cómo diseñar formular y ejecutar una intervención municipal y en su caso estatal que sea integral, efectiva, oportuna y de corto plazo, que mejore todas las condiciones de vida de esa parte tan importante de la ciudad, es decir, no hablo de una acción esporádica sobre un aspecto u otro, sino de algo más organizado, más profesional, más rápido y más sostenible, los gobiernos municipales, hay que entenderlo, no son buenos para todo, no duran todo el tiempo, no tienen el dinero suficiente para ejecutar acciones en toda una ciudad, por lo tanto, su éxito radica en elegir muy bien las prioridades de fondo y me parece que hoy las prioridades más urgentes están en aquellas partes de la ciudad que presentan condiciones de rezago a fin de evitar que los contrastes con otras zonas de la ciudad se vuelvan más notorios y generen tensiones y conflicto sociales y políticos que con el tiempo se vuelvan inmanejables como ya ha sucedido en otras partes del país. El éxito de la política consiste, justamente en eso, en general las mejores condiciones de equidad y de inclusión para la mayor parte de la población.
Que tengan un excelente fin de año y mis mejores deseos para el próximo año.
Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión