Órganos Autónomos

Dicen en la ciencia política que “no diseñar un andamiaje estatal y gubernamental que tu peor adversario pueda utilizar cuando gobierne”, una premisa que busca cuidar los contrapesos de las democracias. La realidad es que en México los partidos que alternaron el poder, no se imaginaron que un liderazgo antiestablishment o antisistema como López Obrador llegaría.

A lo largo de 18 años y tres sexenios se dedicaron a establecer un andamiaje para pasar de un híper-presidencialismo (antes del 2000) a una híper-elite política nacional todopoderosa (después del 2000), se dedicaron a repartir tanto los recursos como los poderes, teniendo su clímax en el “Pacto por México” una concertacesión para dar gobernabilidad, donde se pusieron en la mesa, cargos, presupuestos, instituciones, leyes y recursos que compartían entre PRI y PAN e incluyeron en 2012 al PRD ya sin Andrés Manuel. 

Ante ese escenario, y el ánimo de deconstrucción del Estado y establecer un cambio radical en el sistema político, también se crearon contrapesos que cumplen la función de nivelar las acciones y decisiones. En ese andamiaje están los órganos constitucionales autónomos; Ugalde Calderón establece un principio fundamental “En virtud de la necesidad de limitar los excesos en que incurrieron los poderes tradicionales y los factores reales de poder, puesto que generaron desconfianza social disminuyendo la credibilidad gubernamental, se dio lugar a la creación de órganos constitucionales autónomos, encargados ya sea de fiscalizar o controlar instituciones para que no violenten el apego a la constitucionalidad.”

Que cumplen la función de conciliar posturas entre los poderes tradicionales y grupos económicos y sociales, por la misma la autonomía de la institución, pero las designaciones de los funcionarios están en manos de uno o más de los tres poderes tradicionales (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Por ejemplo, sin la Comisión Federal de Competencia Económica y el Instituto Federal de Telecomunicaciones, no tendríamos la sana competencia en la telefonía celular y el internet, y seguiríamos con el monopolio que se tenía. Ahí una importancia tangible de estas instituciones. 

Pero los excesos, opacidad y discrecionalidad en la designación y manejo de estos órganos, le dio el pretexto ideal a López Obrador para proponer desaparecerlos, ya que bajo excesivos salarios (que sí los tienen) y opacidad en el ejercicio del gasto (que también hay cierta razón) es la justificación para dar el embate y mermar sus capacidades como contrapesos frente al Poder Ejecutivo y eso no es deseable en ningún estado constitucional.

Pero este embate del presidente tiene un triple objetivo:

  1. Continuar con el discurso político del combate a los excesos en el gobierno y sea gasolina que alimente la campaña de MORENA.
  2. Desgastar la legitimidad de dichos órganos y con algo de suerte si desaparecerlos.
  3. Ir por los millonarios recursos que tienen asignado para financiar las costosas políticas implementadas como el tren maya o el aeropuerto Felipe Ángeles.  

La actual oposición y actual gobierno tendría que tener presente las palabras de Timothy Snyder “no rompan las reglas que mantienen a la república unida porque un día necesitaran el orden; y no destruyan a los oponentes que respetan esas reglas porque un día les echaran de menos”.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión

Imagen

Noé García
Sección

Keywords

Noé García, Ciencia política, Elecciones 2024

Balazo

En la opinión de

Título SEO

Órganos Autónomos

Editor Redacción

Activado

Retuitear Nota

Desactivado