Pensiones equitativas

Una de las asignaturas pendientes de la educación mexicana es que los niños y los adultos entiendan los razonamientos básicos de cómo funciona la economía y la cultura financiera. Esto, que parece una ciencia muy complicada, es tan sencillo como el manejo de la economía de cualquiera de las familias que nos escucha esta mañana, es decir, hay un ingreso, hay que aplicarlo correctamente en la educación, la salud, el vestido y la alimentación de las familias, ahorrar si se puede, y confiar en que algún día cada uno de sus integrantes se valga por sí mismo.

Esto opera más o menos igual en los gobiernos y les voy a compartir un ejemplo bastante sencillo; como muchos saben, desde hace décadas, los gobiernos reparten pensiones de todo tipo, hay para estudiantes, mujeres, amas de casa, madres solteras y no tan solteras, niños inteligentes y no tanto, y desde luego, adultos mayores, y el actual gobierno federal decidió elevar la pensión a los viejitos para comprar su voto, pero resulta que esta pensión está siendo improductiva, regresiva, inequitativa e insostenible, y déjenme tratar de explicarlo, el dinero de estas pensiones no sale del bolsillo del presidente ni de los gobernantes ni mucho menos, es dinero que sale de los impuestos que cada uno paga, de allí el Gobierno toma una parte y la entrega indiscriminadamente a las personas mayores de 65 años, sin ninguna condición, pues se supone que ese dinero debería estar ayudando a que hubiera menos pobres, pero resulta que ahora hay más que antes. Según el Consejo de Evaluación de la Política Social los pobres se han incrementado en 3.8 millones de personas, o sea, más de dos veces la población total de Aguascalientes, y los que están en pobreza extrema, o sea, los más pobres entre los pobres, han aumentado en estos años en 2 millones 100 mil personas, ¿por qué?, pues porque buena parte de estas pensiones no llegan, no llegan correctamente, o se dan a personas que no la necesitan, y esta es la segunda razón; es una pensión regresiva y ¿qué quiere decir esto?, pues que la mayor parte va para las personas más adineradas, estas pensiones son importantes, desde luego, para muchas personas, pero como no se focalizan los más pobres, se convierte en regresiva, de acuerdo con los datos de Hacienda, el 20% más pobre de la población se lleva el 8% del dinero de este programa, en cambio, el 20% más rico de la población se lleva el 21% de los recursos de este programa, o sea, el pobre toma 8 pesos de cada 100 y el rico toma 21 pesos de cada 100, este es el tercer problema; es un programa profundamente inequitativo, se lo pongo de la siguiente manera, como es para todos, sin importar la condición económica de cada quien, entonces una persona de 65 años, que vive en una colonia rica de Aguascalientes, recibe 2,400 pesos al mes, y una persona que vive en Los Pericos, en Ojocaliente o en San José de Gracia, se lleva también lo mismo, 2,400 pesos al mes. Para la primera, esa cantidad quizá le sirva para pagarse una o dos comidas en un buen restaurante, para la segunda quizá le represente la compra del mercado para dos o tres semanas, me pregunto ¿esto es equitativo?, por supuesto que no, lo realmente justo sería que el de Los Pericos o el oriente de la ciudad recibir el doble, 4,800 pesos, y el de la colonia rica no recibiera nada, así de simple.

Finalmente, como es un programa que se ha venido ejecutando con claros propósitos políticos y electorales, sacrificando la inversión en salud, educación, seguridad, etcétera, y como la economía no crece, y, por tanto, no crecen los impuestos que pagan las personas, que es de donde sale el dinero para todos estos programas, está llegando el día en que no habrá dinero para cubrir estas pensiones. En 2023, costarán 339 mil millones de pesos, y en 2024 más de 400 mil millones de pesos, esto quiere decir que el Gobierno tiene tres opciones, como la economía no crece, no recaude impuestos, y si no hay impuestos habrá que cancelar el programa, esa es la primera; la segunda es quitarle dinero a otros sectores como la salud, el agua, la educación, la seguridad, los servicios, y entonces el caldo saldrá más caro que las albóndigas porque no habrá lugares en las escuelas para los niños ni medicinas ni camas para los viejitos enfermos; y la tercera, la más saludable, sostenible e inteligente, es aumentar la pensión a quienes realmente más la necesitan, la que vive en el oriente de la ciudad y en los municipios rezagados, y recortársela a las personas de ingresos más altos, esta sí sería una mejora radical. En suma, hay que tomar decisiones que de verdad beneficien a la gente que más lo necesita y más lo merece.

Hasta aquí mi comentario y que tengan un excelente fin de semana.

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