¿Por qué no ajustan nuestros impuestos?

Hace algunos días la presidencia municipal informó que se aplicaría un impuesto por adquisición de bienes en las herencias, legados o relaciones que consistieran en bienes inmuebles, terrenos o fincas.

Herencia se llama a cuando uno o varios herederos son herederos universales del difunto, es decir, toda la herencia.

Legado se nombra cuando el testador designa un bien en particular para una persona determinada.

La donación entre esposos y entre parientes en línea recta estaba exenta. El Congreso, su líder, expresó su beneplácito y tomó un argumento infantil para justificar el impuesto; dijo que ya existía, pero tenía tasa cero.

Como dice el refrán: “Da lo mismo atrás que en ancas llevar las patas colgando”, el hecho es que se pretendía cobrarlo, pero seguramente el presidente municipal recordó que busca ser reelecto y se arrepintió, señalando, para que no quede duda, que es de sabios cambiar de opinión.

Ayer, o antier, un diputado del Congreso local advirtió que se pretendía establecer un cobro por el servicio de alumbrado público, en la Suprema Corte, ha reiterado que es inconstitucional, sería peligroso para los diputados a probar esto porque indudablemente se trataría de lo que se conoce como repetición del acto reclamado, lo que podría significar, incluso, la destitución de los Diputados por la Suprema Corte.

Un periódico cabeceó curiosamente que los Ayuntamientos perderían dinero, como si se dijera que un ratero perdería dinero por dejar de robar.

Sí cobro por alumbrado público es inconstitucional, cobrarlo es una falta grave de la autoridad, merece la pena, sin embargo, preguntar ¿por qué nuestros impuestos no alcanzan para cubrir los servicios públicos que deben cubrir?, ¿por qué hay que pagar una cuota adicional en los panteones?, ¿porque hay centros comerciales, empresas y condominios que tienen que pagar protección policíaca, oficial o particular?, ¿por qué hay cerradas negociaciones en parques industriales que tienen que pagar servicios especiales de limpias?, ¿por qué siendo un derecho fundamental que corresponde al Estado, tenemos que pagar el servicio de agua?, etcétera, etcétera.

Es muy probable que al revisar con cuidado en que se gastan los impuestos, encontremos que una gran cantidad se va al rubro de comunicación social, de promociones, de conciertos y espectáculos públicos, de festivales, de festejos, y que incluso, los diputados también tienen una partida para apoyos discrecionales que se convierten en propaganda personal. 

Antes de pensar en crear nuevas formas de sacar dinero de la población, convendría auditar cuidadosamente en que se está gastando nuestro dinero.

Es todo por hoy. Hasta una próxima, sí la hay.

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