Principios de la ética
El centro empresarial encabezado por Raúl González -un luchador, empresario- junto con una pléyade de ciudadanos que quieren transformar el mundo de la vida compartida, han hecho un ejercicio de ética cívica, una ética que es parte de una filosofía que permite reconstruir un saber práctico cotidiano, pero, además intuitivo, como los que habitamos la ciudad, los que compartimos este contexto, el mundo de la experiencia.
Ya desde los griegos había una discusión acerca de los principios de la ética, acerca de la construcción cívica; pero hay un tema recurrente -en nuestra modernidad- que es la posibilidad de una contradicción entre libertad e igualdad.
Recordemos a Hanna Arendt, quizá una de las que mejor ha analizado esta situación a partir del pensamiento griego, la igualdad no es un peligro para la libertad, todo lo contrario, si se entiende -de qué forma- se logra la única igualdad posible; que es la política.
Está igualdad, dentro del marco de la ley, que encierra un comportamiento común que nos rige, la norma para poder garantizar la condición de igualdad, igualdad, que se deriva de formar parte de un cuerpo de iguales, esa es la ética civil, la ética que va de la mano de las personas y que va buscando se destruyan las desigualdades para construir una polis, cuya norma nos permita ser exactamente iguales.
La función determinante de la ciudad con respecto a la generación de poder político -a partir de un poder comunicativo- que se explica por el único factor material indispensable de los orígenes del poder en la reunión de los seres humanos. Lo vemos cotidianamente, lo vivimos intensamente -la comunicación es el eje de la política- por lo tanto, la ética cívica y la ética comunicativa van de la mano para construir una mejor vida compartida.
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