Sexenio de violencia en México
El INEGI dio a conocer recientemente las cifras preliminares sobre las defunciones registradas en el primer semestre del 2023.
Se identificó que más de 15 mil muertes fueron por homicidio, lo que representa una tasa de 12 por cada 100 mil habitantes.
Si bien esta cifra representa una ligera disminución respecto al primer semestre del 2022, la realidad es que la violencia sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en nuestro país.
No queda duda: la política del presidente de “abrazos no balazos” ha sido un rotundo fracaso y una verdadera tragedia para el país, les explico con datos.
La información que presentó el INEGI revela que, del total de homicidios, más de 14 mil fueron hombres y casi 2 mil mujeres.
Del total, el 71% fueron causados por armas de fuego, el 9% por arma blanca y un 7% por ahorcamiento.
En este último reporte se incluye también el lamentable registro de 65 homicidios dolosos entre niños de 1 a 9 años.
Si bien la violencia es un fenómeno multifactorial que debe ser combatido desde distintas trincheras, se requiere algo más que abrazos.
En contraste, en Aguascalientes se hicieron bien las cosas al implementar políticas con resultados contundentes en seguridad pública y ahí están las estadísticas.
Como prioridad estatal, se ha invertido en tecnología, inteligencia, equipamiento, apoyo a las corporaciones, infraestructura y coordinación con las fuerzas armadas para hacer frente a la delincuencia organizada, este último punto es determinante.
Para que Aguascalientes siga siendo uno de los estados más seguros en el país para vivir, hacer negocios y turismo, debemos cerrar filas para evitar que la entidad caiga en las garras de los cárteles.
A todos nos consta, este país se ha convertido en una fosa común.
Por eso es importante que analicemos lo que ha hecho y ha dejado de hacer el gobierno federal, que es el responsable de combatir la delincuencia organizada y seguridad pública, y hasta entonces, decidamos conscientemente en las urnas el domingo 02 de junio a quien darle nuestro apoyo.
Es una realidad: “los abrazos, no balazos” no dieron ningún resultado en nuestro país, sino todo lo contrario, México se convirtió en 6 años en una fosa común.
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