Un circuito civilizado
Mucho se habla ya del tiempo de precampañas de manera legal y oficial, algo que dicho en palabras crudas, las y los mexicanos hemos padecido desde hace muchos meses.
Yo estoy convencido que todo gobierno democrático debe cumplir con la ley y abandonar una actitud de desprecio a la norma, el incumplimiento y la falta de aplicación de la ley, incide directamente en el sistema democrático y en sus instituciones. La vigencia plena de todos los derechos requiere que seamos capaces de contar con un Estado de Derecho sólido, con un Estado de Derecho empoderado, porque la fragilidad y la insuficiencia de un Estado para la aplicación de sus propias normas, termina por extinguir la ciudad, donde no hay ley desaparece en la ciudad, no existe la ciudad, lo aprendimos desde los antiguos griegos.
Desde luego que en el tema de las precampañas, de manera colectiva, dicho en plural, las entidades de interés público han violado la norma, si hay una violación, y hay posibles actos anticipados de campaña, la razón es muy simple: adelantaron varios meses sus precampañas, pero no solamente queda ahí, en términos mediáticos, sino que definieron reglas, plazos, emitieron convocatorias. es decir, no cumplieron con la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales. que regula la democracia interna de los partidos políticos que costó mucho trabajo conformar en México. y que es uno de los grandes logros frente a los países democráticos del mundo.
La ley, en un Estado Democrático de Derecho, obviamente, que se establece en forma democrática, como se hizo con el procedimiento electoral, de donde surge la precampaña, es decir, la democracia interna de los partidos, pero además, en un estado democrático se protegen los derechos, se aplica a todas y todos, a la ciudadanía por igual, y se hace que la ley se cumpla y se cumpla siempre.
El Estado de Derecho se enfrenta siempre al autoritarismo y debe de ganar, porque debe exigir que todas y todos los poderes públicos cumplan con la ley y toda la ciudadanía esté sujeta a la norma para actuar de manera civilizada. Hay una obligatoriedad que está contraída con la lealtad y la buena fe en el cumplimiento de la norma, no cumplirlo, desobedecerlo, basurear la ley democrática, es una violación al derecho de la ciudadanía.
Es importante que tengamos muy claro que el imperio de la ley es un valor moral, un ideal ético, político, insisto, donde no hay ley, no existe la ciudad, desaparece la polis y entonces nos convertimos en una convivencia bárbara, violenta, superemos esta etapa, exijamos que las entidades de interés público cumplan con la norma que está establecida, y si no les parece, tienen los elementos para poder transformar la ley y actualizarla a nuevas circunstancias, el circuito es muy sencillo y es un circuito civilizado.
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