Una nueva etapa para México

Ya pasó el 2 de junio y seguimos tratando de explicarnos qué pasó. 

Nos dio un golpe de realidad, y no podemos enfrentarnos a la realidad a dos de tres caídas, porque no podemos pelearnos con nuestros vecinos que llevaron la organización de más de 170 mil casillas, posibilitaron el voto, posibilitaron que la boleta se transformara en voto, contaron el voto y lo contaron bien. 

Hay tres elementos importantes. 

El conteo rápido nos dice que hubo una participación entre el 60 y el 61.5 del electorado, de los cuales, nos dice que Xóchil Gálvez de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, obtuvo entre el 26.6 y el 28.6% de los votos.

Por su parte, la candidata de “Sigamos Haciendo Historia” obtuvo una votación de entre el 58.3 y el 60.7. El candidato de Movimiento Ciudadano, una votación entre el 9.9 y el 10.8. Así nos dice el control rápido. 

La segunda parte es el escrutinio y cómputo que hacen los ciudadanos como autoridad electoral en la casilla, e hicieron el procedimiento de la mejor manera porque está en Internet, está a la vista del público, y estuvo en los carteles que se colocaron al exterior de la casilla.

Pero el tercer elemento son los cómputos distritales que iniciaron a las 8 de la mañana de este miércoles pasado, y que nos arrojan cifras mucho muy parecidas. Una participación electoral de 60 millones 115 mil 184 ciudadanos y ciudadanas, y nos dice el cómputo ya realizado, que la coalición “Fuerza y Corazón por México” obtuvo el 27.45% de los votos que equivalen a 16 millones 502 mil .697 votos, la coalición “Sigamos Haciendo Historia” obtuvo el 59.75% de la votación que equivale a 35 millones 924 mil 519 votos y el candidato de Movimiento Ciudadano, 6 millones 204 mil 710 votos que equivalen al 10.32% de los votos, es decir, hay 35 millones 924 mil 519 razones por las cuales ganó Claudia Sheinbaum.

Lo que sigue es que los actores, partidos y candidatos, tienen a su disposición todo el Sistema de Medios de Impugnación, que serán atendidos por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para otorgar satisfacción y garantía de a un ciudadano un voto. En la democracia uno gana, ya sea unipersonal, como es el caso de la presidencial, por fórmula como es el caso de Senado y diputaciones, o por lista, como es el caso de diputaciones o por listas de circunscripción votadas como es el caso de la representación proporcional.

La mayoría ejerció su derecho al voto, con el voto confirmó la continuidad de“Sigamos Haciendo Historia”, a pesar de la realidad, a pesar de todos los inconvenientes, a pesar de la deuda con el 51% del Producto Interno Bruto, los niños abandonados con cáncer, los muertos del Covid-19, los asesinatos, los secuestros, etcétera, a pesar de todo ello, la sociedad mexicana mayoritariamente, decidió quién ganó este domingo.

Aguascalientes es un estado atípico, aquí ganó Xóchitl Gálvez, y vale la pena reconocer el trabajo de organización ciudadana independiente, el movimiento que se gestó a partir de la “Marea rosa”. 

Mujeres, jóvenes, estudiantes, adultos, la sociedad civil se organizó buscando una nueva alternativa, y en el caso de la demarcación de Aguascalientes, lo logró. 

Vaya una felicitación para Aguascalientes plural y ciudadano, cumplió su cometido, pero no pudo enfrentar la realidad, nos dio un golpe de realidad que ahora lo que estamos sufriendo es la falta de categoría de algunos actores políticos, como ese diputado que ha dicho que tienen mayoría absoluta, tienen mayoría calificada, por lo tanto, a las dos horas teníamos una crisis bursátil en este país.

Vimos una primera aproximación de la candidata triunfadora, en la que tranquilizó el problema bursátil y la paridad del dólar, y esto es importante, pero lo importante es que la ciudadanía, quienes votamos por una u otra opción, por el solo hecho de ser ciudadanos, y hasta los que no acudieron a las urnas, ese 40% ajeno a su país, tiene la posibilidad de la exigencia de la verdad y de la intransigencia a los gobernantes.

La sociedad civil en Aguascalientes es la gran lección, superó la expectativa de los partidos políticos, y esto es una realidad. 

Vaya pues la manera en que ingresamos a una nueva etapa de México, pero ahora con un sentido de politización más profundo, más decente, más ético y con un sentido de moral pública a toda prueba.

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