Vayamos a votar

Ayer se produjo un evento que desde México nos puede parecer anecdótico, pero es mucho más revelador de lo que uno puede pensar inicialmente. 

Se trata de la decisión de un tribunal de Nueva York de procesar el expresidente Trump, por haber cometido 34 delitos que ocurrieron cuando andaba en campaña en 2016, ya se verá qué pasa en los próximos meses, pero lo destacable por ahora es que en ese país, parece que nadie está por encima de la ley, y esa es justamente la moraleja.

Las instituciones importan, la separación de poderes importa, y la democracia importa. Por eso, el próximo domingo 2 de junio será, en muchos sentidos, decisivo para el presente y el futuro de Aguascalientes y de México, y conviene compartir algunas reflexiones en torno a su importancia. 

La primera es que si consideramos lo que pasa en otros países, como Venezuela o Cuba, siempre será mejor ir a votar, que irse del país. Tan solo como dato, déjenme decirle, si bien no tenemos la cifra exacta de cuántos mexicanos se han ido a Estados Unidos en los últimos años, sí sabemos que en los últimos meses, eran detenidos mensualmente 55 mil mexicanos que intentaban cruzar la frontera, principalmente por razones económicas o de seguridad, de salud y de certidumbre. La conclusión, por lo tanto, es muy simple, es mejor ir a votar que irse del país.

La segunda razón para votar es que, los ciudadanos tendrán la posibilidad de escoger a los candidatos que le gusten, pero también va en juego la defensa de la democracia, la libertad, la propiedad privada, la economía de mercado, la educación y la salud de calidad, el crecimiento de la economía, del empleo y de los salarios productivos y sostenibles, lo que pase con todo ello, dependerá de lo que pase el domingo. 

La tercera razón es todavía mucho más cercana a cada votante y a cada familia. México necesita recuperar hoy un ambiente de sosiego, donde sea posible ir con tranquilidad al trabajo, tomar decisiones, caminar a la escuela o emprender un pequeño negocio en condiciones de certidumbre, y eso se dificulta cuando existe un clima de división, rencor y odio. Hoy, el 64% de la población, según las encuestas, muestra síntomas de enojo, preocupación o miedo y una sociedad así no puede salir adelante. La sociedad requiere confianza, serenidad, claridad y entusiasmo para recuperarse, para solucionar los problemas, aprovechar las enormes potencialidades y tratar de ser razonablemente feliz, por eso también es crucial ir a votar, para vivir en un ambiente donde todos quepan.

Finalmente, no tiene ningún sentido desperdiciar el voto, ausentarse de las casillas o haciéndolo por quienes no tienen posibilidad de alguna, o anular el voto. El voto es un derecho, pero también es un deber y una obligación. Un ciudadano que se abstiene de votar es un ciudadano que pierde la oportunidad de ayudar a mejorar las cosas y a crear las condiciones para que las personas y las familias vivan mejor. 

Así que vayamos todos a votar este domingo, con confianza, con entusiasmo, con la convicción de que todo es posible mejorar, si tomamos una buena decisión en favor de la capacidad, la experiencia y el compromiso con los mexicanos, especialmente con todos, sin divisiones, ni rencores, ni odios.

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