Durante casi 10 años, Genaro García Luna nos vendió humo presentando un nuevo modelo de seguridad que solo se tradujo en violencia y crimen para México. Hoy, con su sentencia, nuevamente se nos quiere distraer con cortinas de humo.
Una sociedad no debe tolerar condiciones que propicien ni una sola muerte violenta. Hemos observado una tendencia preocupante: homicidios claramente intencionales son frecuentemente catalogados como "culposos", distorsionando la magnitud real del problema, hay cifras que no contemplan a los desaparecidos, muchos de los cuales yacen en fosas clandestinas aún por descubrir.
El golpe de estado al Poder Judicial, la crisis de la inseguridad, la violencia y de las finanzas públicas que dejará López Obrador, es algo a lo que no hemos puesto suficiente atención, un desastre para la educación de los niños, y esto es algo sobre lo que debemos volver una y otra vez.
Desde su llegada al poder, López Obrador ha promovido una cruzada implacable contra la corrupción, presentándola como uno de los pilares de su administración, pero se ha reavivado un debate sobre si esta cruzada ha sido más una estrategia de propaganda que un esfuerzo genuino por erradicar la corrupción.