Una mayoría aplastante desde el punto de vista de las posiciones en el poder público y minorías que no han logrado desarrollar el discurso suficiente para oponerse de manera racional al despotismo de la mayoría.
La prosperidad de un país depende de los frutos de sus empresas, privadas y públicas. Para ello se necesita talento, es decir, gente preparada y competente.
Lo que México necesita no es especular a tontas y a locas sino tener una política exterior profesional, coherente, inteligente, práctica y efectiva con quien es y será nuestro vecino de por vida.
¿Qué haría el gobierno de México si a Trump se le ocurriera invadir Sinaloa o Jalisco para “ir por los hombres malos”? Nuestros sueños se convertirían en pesadilla.
La petrolera está quebrada y endeudada con “bonistas” nacionales y extranjeros. Para los mercados internacionales resulta absurdo que entreguemos petróleo a cambio de nada cuando debemos tanto.