Mi siempre querido Quique
Ahora que se cumplen cuatro años de tu partida, tan prematura, tan incomprensible y, lo peor, tan dolorosa. Extraño porque sigo sin tener ninguna certidumbre, ningún atisbo, ninguna luz sobre a dónde van, si es que van a algún lado, los que dejan este mundo. Los que mueren.