El sector automotriz
A quienes llegan a Aguascalientes por vía aérea o desde la autopista de León, probablemente les llame la atención el desarrollo de las plantas automotrices que crecieron a gran velocidad desde la apertura de la primera armadora en 1992. Esa observación es desde luego justificada porque el sector automotriz se convirtió en el más importante en la economía estatal durante los últimos 35 años.
Sin embargo, esto podría cambiar y hay que estar atentos a lo que suceda.
La primera señal es que las economías más competitivas ya no dependen de una sola fábrica o de un solo sector sino de una combinación exitosa de factores como educación de excelencia, innovación científica, producción de alta tecnología y valor agregado, inversiones eficientes y transición hacia las industrias de futuro, como por ejemplo el desarrollo urbano, la ciencia de datos, el sector aeroespacial, la robótica o la inteligencia artificial.
La segunda señal, es que algunos de los países más competitivos del mundo como Singapur, Suiza, Noruega o Dinamarca, por ejemplo, no albergan armadoras automotrices. Otros, que todavía producen vehículos, tienden a la baja por los cambios hacia la electromovilidad y otros patrones de transportación, lo que con el tiempo afectó gravemente a algunas ciudades como Detroit, que fuera la capital mundial del automóvil.
La tercera señal, y esa ya nos llega de manera más directa, es que a nivel global Nissan anda mal. En octubre pasado hubo una reunión de los máximos directivos de la empresa y las conclusiones fueron casi alarmantes: la compañía está peor de lo esperado, han tenido que recortar empleos y producción sobre todo en EEUU y China, y no han podido revertir el declive tras la caída de su presidente global en 2018, Carlos Ghosn, que fue acusado de corrupción, huyó de Japón y permanece prófugo en Líbano.
Desde entonces Nissan lleva 4 presidentes mundiales y ha realizado numerosos cambios en la dirección de sus operaciones nacionales, como pasó en México. Por lo pronto, en 2023 vendió 3,3 millones de vehículos, 40% menos que en 2017 y el precio de sus acciones se ha desplomado 70% en menos de una década. Algo indica que según diversas fuentes hay problemas en plantas como las de Aguascalientes donde la demora en el pago a proveedores se ha prolongado mucho más de lo habitual.
Y la cuarta señal, producto de todo lo anterior, es que como reportaron esta semana los medios, es probable una megafusión entre las tres principales automotrices -Nissan, Honda y Mitsubishi- para poder competir a nivel mundial, lo que supondrá una reconfiguración de sus operaciones nacionales.
Uno podría preguntarse qué pasará con las plantas en Aguascalientes. Por lo pronto es muy difícil hacer una predicción, pero de acuerdo con la agencia Reuters una opción es que queden inactivas las líneas de ensamblaje más antiguas en EEUU y concentrarse en líneas más nuevas pero reduciendo el número de turnos y de producción o bien decidir qué hacer en plantas como COMPAS, al sur de la ciudad, que fabrica alrededor de 50 mil vehículos anuales cuando tiene capacidad para 230 mil. La gran interrogante es si en esta situación y con esos números Nissan puede hacer los cambios necesarios para garantizar que dicha planta sea competitiva.
En suma, el sector automotriz representa hoy el 35% del PIB del estado, genera unos 35 mil empleos directos en más de 150 plantas que son proveedoras de dicho sector. Por lo tanto, es prioritario conocer la perspectiva que tiene el gobierno estatal y lo que podría hacer para afrontar eventualmente una problemática sin duda compleja.
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