AMLO: NO ME TIENES TAN CONTENTO
"No me tienen tan contento" dijo el presidente de los integrantes del Poder Judicial, así en general. Es tan ocurrente, tan impertinente y zafio, que este nuevo desvarío sólo se suma a la cauda de despropósitos que se acentúa conforme se acerca el fin de su mandato. Sin embargo, todavía puede hacer mucho daño y un daño que colocará al país en una situación más difícil que en la que se encuentra y que lamentablemente muchos millones de mexicanos no vieron, algunos millones no quieren ver y, otros, lo ven pero prefieren seguir alabando al presidente continuando lo que ha sido su vida, acomodaticia, arribistas y lacayos.
No sé, pero quizá alguna vez mis papás me dijeron: “no me tienes tan contento”. Procuré no darles motivos, en buena parte porque no tenía ni razón ni ocasión para hacerlo. A lo mejor algún amigo, quizás un compañero, pero nadie más. La expresión tiene una carga de reproche, de regaño, de disgusto que sólo puede hacerla quien tenga derecho a ello. Pero ¿quién es el presidente para reprocharle a un juez? ¿qué autoridad le asiste? ¿qué facultades tiene para ello?. No es nadie, no tiene ninguna autoridad. En un estado de derecho, como él presume que tenemos, las autoridades, cualquiera que ella sea, sólo pueden hacer lo que les está jurídicamente señalado. Los particulares podemos hacer cualquier cosa que no nos está legalmente prohibido.
En un sistema republicano como el nuestro, con una división de poderes expresa y con funciones constitucionales encargadas a organismos autónomos, el presidente no tiene facultades para intervenir en los otros poderes, ni para regañar, menos para calumniar o injuriar. Por supuesto tampoco podría hacerlo el presidente de la Corte hacia el presidente, pero si podría hacerlo un representante popular en uso de su libertad, pero no el Congreso. Un diputado puede expresar libremente sus opiniones sin otra cortapisa que el derecho de los terceros, pero el Congreso, sólo puede hacer lo que le está expresamente señalado en la ley, básicamente legislar. Y por supuesto lo podemos hacer los ciudadanos del Presidente y de nuestros representante populares, con respecto a los servidores públicos de los Poderes Judiciales existen mecanismos para expresar la inconformidad.
Las palabras del presidente: “no me tienen tan contento” ponen de manifiesto su talante autoritario y autocrático. Se siente Señor de Horca y Cuchillo y opina como si en vez de una república viviéramos en una dictadura.
Pero, quizás tenga razón, vivimos en una dictadura a la que muchos no nos resignamos.
Es todo por hoy, hasta una próxima...si la hay.
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