El Salvador, pero no de la democracia
Como bien advierten Levitsky y Ziblatt: la democracia no suele morir a gritos, sino en silencio.
La empresa española Iberdrola no quiere saber más de México. El año pasado, la empresa eléctrica europea, “concretó una importante venta de activos a México: vendió 13 plantas eléctricas (12 de ciclo combinado y 1 parque eólico) por alrededor de 6,200 millones de dólares a un fondo administrado por el Estado mexicano, lo que permitió al gobierno —a través de la CFE— aumentar su control del mercado nacional, llegando a generar hasta el 50 % de la electricidad producida en el país”.
El martes sucedió algo impensable durante el sexenio de López Obrador: el Gobierno federal y el Estado de México decidieron recuperar territorio y poder. Tundieron duro a la Familia Michoacana, grupo criminal que tiene apoyo en organizaciones sociales.