La política mexicana: ¿ciudadanos o rehenes?

México está inmerso en una encrucijada política que revela una profunda crisis de representatividad y justicia. Una administración que se ha presentado como la salvadora de un sistema corrupto, pero, al mismo tiempo, implementado medidas que cuestionan la esencia misma de la democracia. La ciudadanía, que debería ser el núcleo de las decisiones políticas, , se encuentra cada vez más relegada.

No a la eliminación de órganos autónomos

Avanzó la reforma para desaparecer los órganos autónomos. Esto representa un retroceso en la vida democrática de nuestro país. Sin los organismos autónomos, ¿quién vigila?, ¿quién se asegura de que las condiciones sean justas?, ¿quién regula?, ¿quién evalúa?. Pase lo que pase, toca al periodismo crítico, las organizaciones civiles y la ciudadanía informada, hacer contrapesos a la centralización.

El Partido Aplanadora

La desaparición de organismos autónomos amenaza con el desmantelamiento institucional de un modelo democrático, el regreso del Partido Aplanadora, la vuelta del viejo régimen del partido hegemónico, la falta de contrapesos, la anulación de la división de poderes, y la erosión de la ciudadanía participativa que necesita cualquier democracia.

México, aislado

México ha sido omiso en condenar la invasión rusa a Ucrania; el ataque de los terroristas de Hamas a Israel, y se ha dedicado más bien a pelearse con  España, Perú, Ecuador; a insultar tiro por viaje a los EEUU, la ONU, la OEA y un largo etcétera, es decir, una actitud demencial para un país como México tan vinculado al exterior.

Perspectiva. El horror de una estampida

En una estampida ninguna fuerza puede detener a quienes corren de un peligro real o imaginario. Sucede con búfalos, caballos y es curioso cómo los fenómenos de percepción en la fauna son parecidos a los humanos y que pueden suceder en los próximos días sin que nos demos cuenta. El miedo colectivo se apodera del sentimiento de un grupo y la huida llega a tropel.